Cuatro árboles centenarios fotografiados en 1914 resisten amenazas eternas

Hace ya casi cien años desde que un ingeniero agrónomo de la Diputación de Valencia llamado Janini realizara una serie de fotografías a árboles monumentales de la provincia, que tenían un especial valor, ya fuera por su tamaño, su antigüedad, sus características o la tradición popular que los envuelve.

Precisamente, resaltar el valor histórico, monumental y ambiental de estos árboles para intentar protegerlos es lo que pretende desde hace 20 años el departamento de Árboles monumentales de la empresa IMELSA de la Diputación de Valencia, y es lo que intenta ahora con la recuperación de 23 placas fotográficas de las 46 realizadas por el fotógrafo.

Las imágenes se tomaron para la publicación «Algunos árboles y arbustos viejos de la provincia de Valencia», editada ya entonces para dar a conocer y fomentar el valor de los árboles monumentales».

En declaraciones a EFE, como director del «único departamento que hay en toda España y en Europa dedicado a proteger y conservar los árboles monumentales», Bernabé Moya ha destacado la asiduidad con la que estos árboles son «dañados, agredidos y expoliados de muchas formas», al estar «desprotegidos jurídicamente».

De los cuatro que han resistido a las adversidades, dos se encuentran en el jardín Botánico de Valencia: la yuca, que es «la de mayor edad y dimensiones conocida en Europa» y el árbol de la lana, que es un árbol introducido de Sudámerica.

También se han mantenido con vida un chopo blanco en una aldea de Vallanca, que destaca por su antigüedad, y el «Pi de la Bassa», que es un pino que está en un entorno histórico, al encontrarse junto al monasterio de Portaceli, en Serra (Valencia).

Así lo ha asegurado Moya, que es una de las personas que, a nivel internacional, más conoce la historia de estos árboles centenarios y el conjunto de amenazas que atentan contra ellos.

Precisamente, gran parte de la actividad del departamento que dirige consiste en conservar y proteger los árboles mediante estudios y visitas «para analizar su estado de conservación, cuáles son los problemas que tienen y cómo corregir esta situación», ha añadido.

A este respecto, señala el ejemplo de los olivos, que durante mucho tiempo «se arrancaron para cortarlos para hacer leña».

Se trataba de olivos «viejísimos de 500, 800 ,1000 años e incluso algunos de 2000 años», que se arrancaban directamente para leña porque se decía que no eran productivos, «cuando en realidad lo que teníamos delante eran variedades únicas». También las plagas, las transformaciones urbanísticas y agrícolas o el simple abandono amenazan la pervivencia de estos árboles.

«Todo esto ha llevado a que estos arboles prácticamente hayan desaparecido», ha indicado Moya, que ha asegurado también que cerca del 80% de todos los árboles monumentales del arco mediterráneo han desaparecido, «aunque no se pueden dar cifras exactas de la cantidad de árboles que hay».

El departamento de árboles monumentales es un departamento pionero de la Diputación de Valencia, cuyas raíces se remontan a la obra que inició el fotógrafo valenciano Rafael Janini hace 100 años y desde hace 20 se dedica a proteger este tipo de árboles.

Ya en 2011, año internacional de los bosques, «hicimos una exposición y un catálogo, que se llamaba ‘EnArbolar’, que fue la primera vez que reproducíamos las imágenes y las poníamos al alcance de todos los ciudadanos»«A partir de ahí se generó un interés para tratar de encontrar las imágenes» ha añadido Moya.

Precisamente hace unos años falleció un familiar de Janini y las placas pasaron a los anticuarios «y entonces los anticuarios encontraron el libro de la exposición, vieron que eran las fotos y se pusieron en contacto con nosotros, que llevábamos 30 años buscando».

Ir arriba