La portavoz adjunta de Compromís en las Corts Valencianes, Mònica Oltra, ha pedido finalmente «disculpas públicas» por las declaraciones «desafortunadas e injustas» que hizo sobre la diputada ‘popular’ Elisa Díaz, sobre quien dijo que «se empieza pegando bofetadas y se acaba pegando tiros».
Así lo ha indicado Oltra en un escrito que ha colgado en Facebook con el título ‘Díaz, la galleta y unas declaraciones injustas’, después de que el vicepresidente y conseller de Presidencia, José Císcar, le haya instado este miércoles en las Corts a «pedir perdón» a Díaz.
Oltra recuerda en su escrito que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, dijo sobre esta supuesta bofetada: «No creo que una galleta sea motivo para no ir en las listas», unas palabras que ha tildado de «muy preocupantes, irresponsables e impropias» viniendo de un jefe del Consell. «Además de dar por cierta una agresión que, al menos en lo que al derecho se refiere, seguía siendo presunta», señala.
El vicepresidente y conseller de Presidencia, José Císcar ha solicitado en el pleno de Les Corts que la portavoz de Compromís, Mónica Oltra pidiera perdón a la diputada popular Elisa Díaz por sus declaraciones.
Oltra, el pasado 8 de enero en la rueda de prensa que ofreció tras la Junta de Portavoces de las Corts, señaló que en el Parlamento valenciano «quedan tres imputados». Al respecto, indicó que «dos de ellos por corrupción», Felipe del Baño y María Dolores Botella, y «una por dejar sorda de una bofetada a una persona», dijo de Elisa Díaz. «No sé qué es peor, no parece muy honorable para ser cargo público. Se empieza pegando bofetadas y se acaba pegando tiros», manifestó la parlamentaria de la coalición.
«Si no le pide perdón, es que usted no es digna de los valencianos», ha dicho el vicepresidente. Oltra ha pedido la palabra pero, dado que ya habían acabo los turnos de intervención, el presidente de la comisión, Rafael Maluenda, ha señalado no se la ha dado porque «el Reglamento no permite esa posibilidad».
La Fiscalía retiró este pasado martes la acusación contra la diputada Elisa Díaz, procesada por lesionar a una mujer con la que discutió en un albergue de animales en la localidad de San Bartolomé-Orihuela (Alicante), al entender que la prueba de cargo contra ella ha quedado «más que desvirtuada». Díaz mantuvo en todo momento que no tocó a la denunciante y que solo le puso la mano delante de la boca para que no le escupiera, algo que también corroboraron testigos.