El florecimiento que se prometía para las naves de Juan Verdeguer, el arie de renovación y actividad, se ha quedado encerrada en los ecos del abandono.
Del número 16 al 30, se hallan las conocidas construcciones con nivel de protección 2 (nivel ambiental), las mismas que ya durante la celebración del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 fueron tapadas por lonas y vallas para impedir que la imagen de su degradación trascendiera.
En la esquina con Poeta Sanmartín y Aguirre, número 2, se encuentra concretamente la antigua fábrica de ‘Harineras Levantinas’ del Grao, con nivel de protección 2 (protección singular) y comenzó a ser víctima de la ocupación desde septiembre de este año. Así lo denunciaron los vecinos de la zona y meses después la situación continúa agravándose.
La nave ha acabado convirtiéndose en muros y techumbre para solares donde se acumulan basuras, enseres y escombros, auténticos vertederos donde a día de hoy podemos ver sacos con materiales de construcción y restos de muebles, entre otros despojos, «de manera incontrolada e ilegal».
Cercle Obert se ha encargado de presentar un detallado escrito al Ayuntamiento destripando el estado de la antigua harinera. «La falta de limpieza y de mantenimiento del legítimo propietario de estos terrenos está favoreciendo el crecimiento desmesurado de la vegetación, la presencia de ratas y cucarachas, etc. y hace que el entorno de estos bienes protegidos sea totalmente insalubre e inseguro», explica.
Además, la plataforma da buena cuenta de que se puede «acceder al interior de las Naves Ership, sin ningún problema, tanto desde la propia calle Juan Verdeguer, puesto que la puerta está forzada y reventada, como a través de los solares de la parte posterior de ambos conjuntos industriales y que esto esta facilitando los vertidos y depósitos incontrolados tanto en el entorno como en el interior de estos bienes protegidos».
Por todo ello ha reclamado al Consistorio que aplique «de forma inmediata y sin más dilación la Ordenanza Municipal de Limpieza Urbana del 30/01/2009 y que proceda a sancionar al legítimo propietario del Conjunto de Naves Ership de la calle Juan Verdeguer de Valencia y de los solares y terrenos que hay en la parte posterior de las mismas».
El Consistorio se vio obligado a demoler el interior de la harinera y colocar andamios en la fachada para evitar desprendimientos. No pudo esperar a la llegada de dinero del Plan Confianza para rescatar las naves abandonadas, pero muy especialmente esta. Parece estancado el problema pero no la insalubridad y la inseguridad, tal y como denuncian los vecinos. Una realidad que choca con las restauradas donde el emprendedurismo y la cultura trata de abrirse paso, ante la incrédula y sorprendida mirada de los ciudadanos.