Ayer estuvo por tierras valencianas Luis de Guindos. Presentado por el presidente del Consell, Alberto Fabra, el ministro de economía dejó un titular que solo puede ser leído en clave electoralista. De Guindos situaba en un 4% el crecimiento de la economía valenciana, más de un punto por encima de la previsión de la media española. No se preocupen, de aquí al 24 de mayo, todo van a ser parabienes económicos, pero las familias continúan asfixiadas, las empresas no tienen acceso al crédito, los jóvenes siguen dejando sus casas para salir fuera en busca de trabajo y el paro, todavía por encima del 20%.
No fue la única lindeza que dejó el ministro. En cuanto fue preguntado por la deuda histórica del Estado con la Generalitat valenciana, el ministro se puso de perfil silbando el río Kwai, como suele hacer el ministro Montoro… Que si ahora no es el momento, que si el Estado ha ayudado mucho a los valencianos vía el FLA, que si el actual sistema de financiación lo firmó un presidente del Consell, etc, etc, etc. Suenan a excusas baratas que los valencianos, incomprensiblemente, llevamos demasiado tiempo escuchado. Si ahora no es el momento para los valencianos, tampoco lo debe ser para los extremeños y Monago sí ha conseguido el compromiso de Madrid para saldar esa cuenta con los ciudadanos de su comunidad. Respecto al presidente que firmó el actual acuerdo, podría recordar de Guindos que era un hombre de su propio partido, el ínclito Eduardo Zaplana. Si las cajas del Estado están vacías, hay que ponerle imaginación al problema. Hay fórmulas de compensación entre las cuentas autonómicas y estatales que podrían atenuar la pesada carga de la nefasta financiación que padecemos los valencianos. Incomprensiblemente seguimos aportando a las arcas públicas de todos los españoles, pero las inversiones, las ayudas, no llegan… Parafraseando a Cicerón: ¿Hasta cuándo abusarás, gobierno español, de la paciencia de los valencianos?
Al cierre de esta edición tenemos conocimiento del deceso de Jesús Hermida, un histórico y un maestro del periodismo. Ha sido en su casa de Madrid a los 77 años. Seguro que quienes le conocimos siempre podremos citar una anécdota o una noticia contada por este gran comunicador. Descanse en paz.
FOTO GVA