EDITORIAL. La agenda del nuevo Consell que decidimos los valencianos

Hoy elegimos los alcaldes de todos los municipios valencianos, pero con todo el respeto para los munícipes, la papeleta importante para todos es la sepia, la que dirimirá la composición de les Corts que han de elegir el nuevo Consell. No sabemos si repetirá Alberto Fabra o el Palau de la Generalitat tendrá un inquilino distinto. No sabemos si será un Consell sustentado por un único partido -posibilidad remota a tenor de la encuestas-, por dos, tres o hasta cuatro partidos. Pero lo que está claro es que los retos que tiene por delante son cruciales para el futuro de los valencianos. Desde los más perentorios -y por encima de todos, atajar la vergonzante cifra de parados, sobre todo de jóvenes desocupados- como los que marcarán el devenir de los próximos años.

En ese plano, el nuevo presidente del Consell, debe solucionar sin excusas el problema de la financiación de nuestra autonomía; por una parte resolviendo el injusto modelo de financiación con el Estado, por otra, consiguiendo que nos sea saldada la deuda histórica de las arcas españolas con los valencianos, como ya han conseguido otras CCAA. Y al nuevo presidente del Consell no le puede valer la cantinela de que no es el momento, ya que si no lo es para ésto, tampoco lo puede ser para la construcción de ínutiles líneas de trenes de alta velocidad sin conexión con el resto de la red española, entre otros de una larga lista de agravios comparativos. Y si el nuevo molt honorable se ve impotente ante Moncloa, que pida ayuda a la sociedad civil valenciana que daremos un paso al frente, ayuda que el otro día le brindaba desde los micrófonos de NewsFM, el presidente de CIERVAL, José Vicente González. Deberá así mismo y por citar unas cuantas acciones de gobierno básicas, conseguir la finalización de obras del Corredor mediterráneo, la conexión de alta velocidad entre Alicante y Francia, el cierre de pozos ilegales que desde Castilla la Mancha secan nuestro Xúquer, mejorar la educación para que desaparezcan los lamentables barracones, mediar con los bancos para alcanzar un acuerdo que frene los deshaucios, puesta en marcha de una banca pública valenciana que ayude a crecer a nuestros empresarios y que apoye a nuestros agricultura y como no, recuperar nuestra radio televisión pública, de calidad y en valenciano. Hay otras cuestiones tal vez menores, pero no por ello menos importantes que deberá encarar. Ya ven, mucho trabajo para el nuevo presidente del Consell que deberá ponerse al tajo de valent desde su toma de posesión -esperemos que a mediados del mes de junio- y mucha responsabilidad para nosotros, los electores. Ejerzámosla en conciencia.

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