El Cabanyal alerta del riesgo de zoonosis por «dos alimentadoras incontroladas»

Son «dos hermanas de avanzada edad» residentes en el barrio las que llevan años dando de comer a los animales callejeros y palomas. Dos «alimentadoras incontroladas», según califica el Consistorio a las personas que tienen por costumbre abandonar estratégicamente o no comida en la vía pública, que han llevado a los residentes de la calle Padre Luis Navarro concretamente en una pesadilla que temen derive «en una zoonosis».

«Las fotos hablan por sí solas», dicen desde la Asociación de Vecinos Cabanyal-Canyamelar, y las firmas recogidas y la nueva queja presentada este jueves por registro de entrada al Ayuntamiento, también. Tras las constantes denuncias de la asociación durante años a la Policía Local del Marítimo, parece que «no han sido motivo suficiente para que los responsables del servicio de Sanidad atiendan la petición para acometer los problemas que vienen ocasionando las bandadas de palomas que se concentran en algunas zonas de nuestro barrio» y la agrupación ha decidido volver a insistir directamente en el departamento.

Según los vecinos la Policía pudo comprobar in situ la gravedad del problema y les consta que el Cuerpo hizo llegar la cuestión al Ayuntamiento. «Hay algunas personas que se dedican a atraer la atención de las palomas poniendo agua en las aceras y suministros de alimento». Un panorama que se completa a mediodía cuando la «basura se extiende en el suelo alrededor de los contenedores y ponen el resto del menú», explican los vecinos.

Palomas en tejados.La degradación de diversos inmuebles es notable, incrementada por la aparición indiscriminada de nidos en tejados y ventanas. Además, muchos de estos edificios están vacíos y también sirven de refugio para perros y gatos que también se sirven de estos alimentos abandonados. Para los vecinos esta situación es «consentida» y «protegida» por el Ayuntamiento y, por tanto, está permitiendo dejar una puerta abierta al «riesgo de zoonosis, la transmisión de enfermedades de aves al ser humano, especialmente para los niños y ancianos».

La zona más afectada es la calle Padre Luis Navarro, entre los números 109 y 131 y los residentes en ella han recogido 150 firmas que forman parte de la última denuncia ante Sanidad para confesarse «abandonados» y pedir una «solución inmediata».

VLC News ha podido saber que los técnicos de la Concejalía de Sanidad todavía se encuentran inmersos en la redacción de una nueva ordenanza para regular entre otras cuestiones, este tipo de prácticas incontroladas. De hecho, hace meses fuentes municipales afirmaron a este periódico que la nueva norma estaría lista a finales de 2013 y que contemplaría duras sanciones para los «alimentadores incontrolados» que, por otra parte, «son conocidos y cada barrio padece alguno».

Un carnet identificativo permitirá a algunas personas dar alimento a animales en la vía pública y siempre cumpliendo con la normativa y una finalidad determinada. Bajo ningún concepto se permitirá otro tipo de acción y será sancionado desde el lanzamiento al aire de alimento hasta depositarlo en el suelo, con diferente rango de penalizaciones.

No obstante, los vecinos de El Cabanyal-Canyamelar en este caso como los de otros barrios que han venido denunciando situaciones similares -como Monteolivete, Orriols, Torrefiel, Benimaclet…- tendrán que seguir esperando. En primer lugar una respuesta municipal; en segundo, la norma definitiva y su entrada en vigor.

Aglomeración de palomas comiendo en aceras y calzada.

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