Parcialmente desinfladas las altas expectativas electorales de Podemos(*), el cara a cara de futuro de la izquierda valenciana lo disputan el PSPV (que quiere relevar al PP en el poder) y Compromís (que quiere liderar el Consell). O sea, lo mismo. En realidad el partido es entre el PSOE propiamente dicho y Compromís, porque los rasgos valencianos en el otrora nombre compuesto de los socialistas han desaparecido en esta campaña.
Las diferencias entre uno y otro en sus mítines centrales son reveladoras. Los primeros lo celebraron en la Plaza de Toros, feudo tradicional del PP; los segundos, en el Parque del Oeste, escenario anual de la Fiesta socialista de la Rosa. Los de Ximo Puig, con Tonet y banda de música; los de Mònica Oltra, con mascota y charanga. Los socialistas apoyados por Pedro Sánchez; los de Compromís, por Acció Cultural, Intersindical y Escola Valenciana. Los socialistas con citas a la Comunidad Valenciana, los nacionalistas con vivas al Pais Valencià.
Las semejanzas también son significativas. Los dos con banderas todas igualitas y de plástico repartidas por el partido o coalición, los dos con enseñas saharauis como segunda en número en ambos mítines por encima de Senyeres, quatribarrades, y republicanas. Los dos criticando a Podemos: desde el equipo rojo recordando que “algunos se han hecho marxistas, de Groucho Marx”, por aquello de que “si no les gustan mis principios tengo otros”; desde las filas naranjas asegurando que “no nos han parido en una tertulia de televisión de Madrid”. Los dos, claro está, echándole en cara al PP la corrupción: “no les pediremos que pidan perdón, porque lo que han hecho es imperdonable” (Ximo Puig), “trabajo rodeada de delincuentes” (Mònica Oltra).
PD: con todo, lo más divertido de ambos mítines fue el desliz de Mireia Mollá cuando habló del 24 de Molla en vez de del 24 de Mayo. Hasta ella se rió.
(*) Sin embargo en Alicante Podemos superará claramente a Compromís, según fuentes nacionalistas.
