Una nueva huelga convocada para el día 27 febrero presagiaba nuevos altercados entre los manifestantes y el resto de la sociedad (profesores, personal de seguridad, el resto de estudiantes…) Los antecedentes no inspiraban que la jornada estudiantil fuese a transcurrir normalmente, todos recordamos las imágenes de anteriores huelgas en la Universidad de Valencia donde manifestantes bloqueaban los accesos a la universidad y zarandeaban a los que intentaban traspasar el umbral de la puerta.
Y así fue. A primera hora de la mañana de este jueves cientos de estudiantes de la Universidad de Valencia aguardaban a las puertas de sus edificios sin poder acceder a ellos por motivos de seguridad. El personal de seguridad y los cuerpos de seguridad del Estado no podían asegurar el normal desarrollo de las clases durante el día.
Según fuentes estudiantiles, no se les permitía el acceso por que dentro del edificio podían haber manifestantes acampados, lo que no les garantizaría su seguridad y que hasta que no se desalojara el edificio, debían esperar.
Finalmente, un folio en la puerta anunciaba la suspensión de las clases durante el día por motivos de seguridad. Los estudiantes, indignados, no tenían más remedio que regresar a sus casas.