El pleno del Consell ha aprobado este viernes un decreto que regula el Registro Vitícola y las declaraciones obligatorias del sector vitícola en la Comunitat Valenciana. Con esta nueva norma, se unifican en un único texto todas las disposiciones anteriores y se simplifica el acceso a la normativa de referencia con el fin de hacerla más manejable.
La portavoz del Gobierno valenciano, María José Català, tras el pleno del Consell, ha explicado que el texto aprobado incluye como novedad la posibilidad de participación de las entidades colaboradoras de la Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua en la tramitación de los expedientes y en la admisión de solicitudes.
De este modo, a las 35 oficinas comarcales y 10 unidades territoriales de la Conselleria que se encargan de realizar todas las gestiones relacionadas con el Registro Vitícola, se le unirán las delegaciones de las entidades colaboradoras, con lo que se consigue una mayor proximidad y un mejor servicio al agricultor.
El Registro Vitícola de la Comunitat Valenciana permite el seguimiento y control de la evolución del potencial vitícola y está formado por un registro de explotadores y propietarios, otro de plantaciones de viñedo y otro de derechos de replantación o nueva plantación de viñedo. La inscripción en el Registro Vitícola es obligatoria para todas las parcelas vitícolas al estar sujeto este cultivo a la Política Agrícola Común (PAC).
La Comunitat Valenciana cuenta con cerca de 70.000 hectáreas de viñedo, de las que se obtiene una producción anual aproximada de 500.000 toneladas (y 2,3 millones de hectólitros de vino) y que dan empleo a más de 22.000 personas.
En total existen 190 bodegas y tres denominaciones de origen (Valencia; Utiel-Requena; Alicante), una Indicación Geográfica Protegida (Vinos de la Tierra de Castellón) y cuatro Vinos de Pago (el Terrerazo; Los Balagueses; Chozas Carrascal y Vera de Estenas).