El Hospital La Fe atiende a más de 500 pacientes con enfermedades de trastorno del movimiento

La jornada, celebrada en Valencia entre el 28 y 29 de junio, tuvo como finalidad abordar los trastornos del movimiento que afectan a la extremidad superior y su tratamiento, a través, de la infiltración de toxina botulínica guiada con ecografía.

El Dr. Burguera, jefe de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología de La Fe destacó que este centro sanitario «dispone de una consulta especializada para el tratamiento con toxina botulínica». Y que además, «recientemente ha incorporado la ecografía como técnica para facilitar la localización de los músculos que requieren de este procedimiento», añadió Burguera. 

También, este neurólogo quiso resaltar que «esta actividad se puede desarrollar gracias al trabajo multidisciplinar de un grupo de profesionales que cuenta con la colaboración del Dr. Tembl, neurólogo experto en ecografía y la Dra. Martínez y Dr. Rubio, especialistas también en Neurología y expertos de este centro sanitario en la infiltración de toxina botulínica en trastornos del movimiento». 

Por otro lado, la reunión que contó con la participación de expertos nacionales finalizó con exposiciones prácticas en laboratorios y vídeos demostrativos con el fin de discutir aspectos de estas enfermedades relacionadas con trastornos del movimiento y la técnica terapéutica más adecuada para mejorar la asistencia que reciben los pacientes.

Tratamiento para el temblor y movimiento involuntario 
La toxina botulínica se emplea para tratar numerosas afecciones neurológicas siendo su uso más frecuente en enfermedades caracterizadas por movimientos involuntarios, especialmente en el caso de las distonías que supone un trastorno del sistema nervioso. 

Estos trastornos se traducen en contracciones musculares y movimientos repetitivos involuntarios que, a veces, son dolorosos y pueden afectar a un músculo o varios. 

En concreto, la técnica de infiltración está considerada como el método más eficaz porque permite realizar una selección más precisa de los músculos a tratar, consiguiendo por tanto un mayor beneficio terapéutico y minimizando los posibles efectos secundarios. 

 

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