El Palau, sin «trencadís» pero con mucho arte

Más de un mes lleva el Palau de les Arts en el candelero de la polémica. Foco de todas las críticas por los problemas en su revestimiento de «trencadís», la cultura valenciana no entiende de apariencias y este domingo reabre sus puertas por todo lo alto para dar la bienvenida a la nueva temporada artística, tras un breve paréntesis. Tras «pasar por quirófano» en una operación a contrarreloj en la que se ha retirado el 85% de su cubierta y evitar así la inminente caída de más piezas, la ópera «L’italiana in Algeri», de Gioachino Rossini, será la protagonista del fin de semana en este recinto.

Los valencianos podrán disfrutar de la misma obra el 26 de febrero y durante las dos primeras semanas de marzo, en las que se habrá otras cuatro representaciones del autor italiano. Apenas finalizadas las Navidades, el dí 9 de enero, el Palau tuvo que ver suspendida su actividad de manera temporal- por la retirada del «trencadís»- y una de las obras que se cayó del cartel fue la ópera «Manon Lescaut», de Puccini. Que no cunda el pánico entre los seguidores del afamado artista, las notas de Puccini volverán a sonar en el Palau de les Arts a partir del próximo otoño.

Las últimas actuaciones en el edificio del arquitecto Santiago Calatrava han costado cerca de tres millones de euros a las empresas que en su día se hicieron cargo de su construcción, Acciona y Dragados, y el despacho de arquitectos del mismo Calatrava. Actualmente, el Palau, junto al resto de edificaciones que conforman la Ciudad de las Artes y las Ciencias, no ofrece su mejor cara. Cerca de 8.000 metros de cerámica que ha tenido que ser retirada se han convertido en una extensa superficie gris que afea la estética del complejo. Se desconoce todavía cuál será el futuro inmediato del Palau, en lo que a su revestimiento se refiere, aunque desde la Generalitat se ha asegurado que el Gobierno valenciano intervendrá en la decisión final.

Las medidas pasan por el estudio de diferentes métodos de limpieza de la superficie y posterior imprimación, para conseguir una máxima protección compatible con el acabado definitivo que finalmente se aplique.

El pasado mes de enero se supo que el Ayuntamiento de Venecia reclamó daños a perjuicios al arquitecto por gastos extraordinarios que ha debido afrontar por «carencias» en el proyecto del puente que diseñó y que fue inaugurado en noviembre de 2008.

 

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