El presidente de la Geenralitat, Ximo Puig

El president de la Generalitat lamenta que sea la CUP la que fuerce unas elecciones en Cataluña

El President de la Generalitat lamenta que sea la CUP la que fuerce unas elecciones en Cataluña. Así lo ha expresado Ximo Puig, que ha lamentado este lunes la «situación de deterioro» que existe en Cataluña y ha criticado que «finalmente ha sido un partido minoritario el que ha decidido la convocatoria de elecciones», en referencia a la CUP. A su juicio, el presidente catalán en funciones, Artur Mas, debería haber tomado «una decisión previamente y no acabar en esta situación de deterioro institucional».

Ximo Puig ha respondido de este modo a los medios de comunicación, tras entregar a Cruz Roja los juguetes recogidos por la Generalitat en la campaña de Navidad, al ser preguntado cómo valora la situación política en Cataluña después del rechazo de la CUP a la investidura de Artur Mas.

«La democracia siempre tiene soluciones», de modo que «si no hay acuerdo, hay elecciones, y no hay que rasgarse las vestiduras», ha señalado. En cualquier caso, ha dicho que espera que finalice el «esquema de confrontación permanente porque esto no beneficia ni a los ciudadanos de Cataluña ni, desde luego, a los ciudadanos del resto de España».

El jefe del Consell quiere que «se supere el debate de separación y de confrontación que no alimenta más que problemas para todos». Para ello, Puig considera que «se necesita reestructurar el Estado» y, al respecto, ha destacado su apuesta por un modelo federal para que «de una vez por todas los españoles seamos iguales en cuanto a la financiación autonómica», ya que ha señalado que «la igualdad no existe en estos momentos en España».

 

Puig se suma a las voces críticas con la CUP

Desde que la CUP decidiese llevar a su asamblea la decisión de investir o no a Artur Mas han surgido muchos detractores de la formación, dentro y fuera de sus filas. La más polémica ha sido la Xavier Monge, cabeza de lista de la CUP por Barcelona en las elecciones municipales de 2011, que ha criticado la votación y fue crítico también con la forma de desarrollo de «el procés».

Puig apunta, como otras muchas personalidades, que el futuro de Cataluña, de más de 6.000.000 de habitantes, no puede ser decidido en una asamblea de poco más de 3.000 personas.

 

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