El PSPV afronta ahora el reto de la integración

Primera fase superada. Los socialistas valencianos celebraron este domingo sus primarias abiertas con un considerable éxito de participación (unas 55.000 personas) y el resultado más o menos esperado: victoria de Ximo Puig (69%) con un apoyo importante a Toni Gaspar (31%). La clave está, ahora, en la gestión de lo expresado por los militantes y afiliados. Para saber si realmente hay un cambio en el PSPV, o al final todo sigue igual.

Con el subidón de la victoria, el secretario general del PSPV recibió el domingo por la noche en su despacho de la cuarta planta de Blanquerías al alcalde de Faura. Fue a iniciativa de éste, que desde su espacio en el tercer piso llamó a Puig para felicitarle y el recién elegido candidato a la Generalitat le invitó a subir.

El encuentro fue muy breve y cordial, y según fuentes del equipo de Gaspar, Puig le conminó a una reunión más sosegada que se produciría a lo largo de esta semana. El alcalde de Faura, que este mismo lunes retomó sus responsabilidades locales y provinciales, no entendería que no se le tuviera en cuenta en un futuro con una Generalitat, dan por seguro, gobernada por los socialistas valencianos.

¿Cómo? Desde su entorno no quieren hablar de cuotas o cargos. Aunque es la tónica habitual en el PSPV. Ya sea, como dijo la semana pasada el portavoz del PP en Les Corts, Jorge Bellver, «con dinosaurios o con mamuts». De hecho Gaspar, después de perder el congreso provincial de Valencia contra José Luis Abalos, ocupa un sillón en la Diputación provincial.

Mientras llega ese momento (las elecciones autonómicas de mayo de 2015), el día después es como si no hubiera pasado nada. El ganador de las primarias y su equipo siguen en los mismos despachos de la cuarta planta. El aspirante truncado y los suyos vuelven también a sus ocupaciones institucionales. La resaca sólo dura unas horas.

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