El PSPV denuncia la estrategia de los acusados en Emarsa para retrasar el juicio

El portavoz socialista en la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), Ramón Marí, ha denunciado la “estrategia perfectamente coordinada” de los procesados en el caso Emarsa -que investiga la gestión de la depuradora de Pinedo (Valencia)- para retrasar al máximo el juicio. A esta línea se habría sumado el supuesto cerebro del caso, el empresario Jorge Ignacio Roca Samper, quien ha pedido tiempo para que su abogado, que desconoce por completo la causa, se estudie los 200.000 folios que la componen.  La juez decretó el pasado lunes prisión provisional sin fianza para Roca, que se fugó cuando estalló el escándalo y acaba de ser extraditado por las autoridades de Moldavia.

Según los socialistas, “todos los exdirigentes del PP y empresarios imputados tratan de tomar el pelo a la ciudadanía, con numerosos recursos y maniobras por parte de sus abogados y con las que han logrado que seis años después todavía no se haya celebrado el juicio”. Ramón Marí ha recordado que “las pruebas sobre Roca son abrumadoras”, por lo que el juicio se tendría que haber celebrado en noviembre tal y como estaba previsto, ya que “no va a aportar nada nuevo, más que mentiras”.

El también secretario general del PSPV en l’Horta Sud y alcalde de Albal ha instado a la jueza que instruye el caso a que actúe con la “máxima celeridad”, ahora que ha aparecido un personaje considerado clave en la trama, y no permita que se eternicen más años las diligencias previas.

RESPONSABILIDAD DEL PP

El dirigente socialista ha asegurado que el PP de Isabel Bonig  “no ha sido capaz de reconocer los errores y pedir perdón por el expolio sufrido en Emarsa, que estamos pagando todos los valencianos cada vez que abrimos el grifo y consumimos agua”.

Ramón Marí asegura que la responsable política del caso Emarsa es Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y actual senadora. “Ella controlaba a través de su representante y su partido la mayoría de la Asamblea de la Entidad Metropolitana. Ella colocó a gente de su máxima confianza como el gerente Esteban Cuesta en los sitios clave. Ella boicoteó la investigación y permitió durante años que se nos diera información a la oposición”, ha argumentado.

 

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