El último lamento de nuestros vecinos del fondo marino

Las vacaciones estivales no siempre traen consigo buena noticias, durante estas fechas es común recibir noticias que ‘tocan la fibra’ de cualquier persona. Este fin de semana en las playas de Puçol apareció varada en la arena de la playa una cría de delfín muerta. “Esta noticia no salto a los medios porque ahora es ‘más importante los avistamientos’ de peces raya” comenta un biólogo marino que se puso en contacto con esta redacción para hacernos llegar la triste noticia de este inusual hecho.

“La verdad es que es raro todo lo que esta pasando con la cantidad de peces raya que están llegando hasta la costa – comenta el experto – pero con este hecho estamos dejando de lado otras noticias, como la aparición de este pequeño delfín, que resulta igual de extraño que el caso del pez raya que tiene en jaque al ayuntamiento y al equipo de biólogos que han estado pendientes de los avistamientos de esta especie”.

El experto nos comenta que es común que durante los meses de verano, que es cuando más miramos al mar, descubramos la cantidad de ‘casos raros’ que tienen lugar en el fondo marino y que “gracias a estos hechos tomaremos conciencia sobre el cuidado de los mares y la necesidad de ser responsables con la cantidad de animales que en él habitan”. 

“La gente desconoce la cantidad de especies marinas que habitan en nuestras aguas. El mediterráneo es un mar muy rico en animales pero lo que no es común es que estas especies se acerquen tanto a la costa. Como apuntan desde el Oceanogràfic puede ser que estos animales cambien sus rumbos en busca de aguas más calientes, por eso los peces raya se acercan tanto a la costa, pero no es el único motivo” apunta el biólogo marino.

“Hay más factores que pueden afectar al cambio de ‘costumbres’ de estos animales como por ejemplo la sobrepesca, la pesca de arrastre o la destrucción de los bosques marinos por la contaminación industrial, de residuos toxicos que se arrojan a los mares, o por la contaminación de los propios barcos que navegan en nuestras aguas”.

Y es que como nos comenta nuestra fuente el ser humano esta contribuyendo a la destrucción del fondo marino mediante la alta edificación que sufren nuestras costas, los millones de barcos (buques, cruceros, embarcaciones de recreo, etc.) que surcan nuestras aguas, que generan corrientes que en muchas ocasiones confunden a los animales,  y por la pesca, tanto pesca de arrastre que consiste en ‘pelar’ el fondo marino con redes capturando todo tipo de animales para luego sólo escoger las piezas de pescado que son comercialmente rentables o la sobrepesca, que es motivada por el consumo exagerado de animales como el atún, la caballa, el pez espada o el pez luna, pescados que se comercializan con facilidad “pero que son parte de la cadena alimenticia de muchos otros animales”.

“Los peces raya, para hablar de la actualidad reciente, son comunes en nuestras aguas pero suelen estar en aguas profundas. Cuando se acercan tanto a la costa es raro; puede ser, como dicen en el Oceanogràfic, que se acerquen tanto a la costa en busca de aguas más calidas pero insisto en que solo por ese motivo, es muy es raro. Estos animales viajan en grupo, en bancos, y que se avisten peces aislados no es muy normal” comenta el biólogo. “Me parece más normal que se hayan desviado de su trayectoria siguiendo una corriente de un buque o un barco grande, como los cruceros por ejemplo, y que al perderse del resto, desubicados, busquen la calidez de la costa para reponerse del viaje”.

La mayoría de la gente desconoce el comportamiento de los animales marinos y nos sorprende verlos varados en nuestra arena o nadando por nuestras costas. “Muchas grandes embarcaciones, como los buques, cargan aguas en su interior al navegar. Al hacer esta carga meten en su depósito todo tipo de ecosistema de la zona donde han repostado. Por ejemplo, un buque que viene de Grecia toma agua en el puerto y al llegar aquí, abre sus compuertas y tira el agua que recogió en el lugar de origen. En este proceso también tira animales, algunos aparecen muertos pero otros han viajado desde lugar de origen y se encuentran en un nuevo espacio. Algunos mueren y otros sobreviven y se adaptan. Generando un peligro para las especies autóctonas así como, en ocasiones, para los bañistas” comenta el biólogo.

“Cuando estos animales se adaptan a su nuevo hábitat se generan ‘blooms’, reproducciones exponenciales. Por lo tanto se expanden con rapidez”. 

Es necesario tomar una mayor conciencia sobre lo que nos rodea, en especial con el mar. Hay que ser responsables y cuidar nuestros fondos marinos para evitar, en todo lo posible, encontrar más delfines varados en nuestra arena o la llegada de especies que puedan dañar nuestro rico y variado ecosistema marino. 

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