El Ayuntamiento de Albalat de la Ribera adquirió, y posteriormente rehabilitó, la Casa de Bou, tanto por su carácter histórico como por su valor arquitectónico, se trata de un edificio construido en el siglo XVIII, con elementos anteriores y con unas pequeñas intervenciones en el siglo XIX.
Arquitectónicamente, el edificio de la Casa de Bou, se encuadraría como una casa rural compacta, de crujías paralelas a la fachada y eje transversal centrado en planta. A nivel funcional se trata de una casa vivienda con planta baja, andenes en la planta alta y soportal rodeando un patín que estructura los establos y los aposentos para las herramientas. Una gran parte de su importancia arquitectónica radica en que mantiene su unidad estructural que posibilita la lectura de cada uno de los elementos que configuran su ordenación y distribución externa e interna.
Las alcobas –por su condición de aposento principal– fueran profusamente decoradas en una intervención del siglo XIX. Cada una de ellas cuenta con elementos decorativos diferentes que se han conservado hasta ahora y que todavía conservan la traza, frescura y calidad, esto si, siempre condicionada a ser uno de los pocos testigos decorativos de aquella época de toda la villa. Uno de los elementos más importantes es el pavimento original de cerámica valenciana del siglo XVIII.
También se han realizado trabajos de restauración de varios muebles de los siglos XVIII y XIX. En concreto tres cabezales de cama de los siglos XVIII y XIX y un caballete de madera, unos ejemplares de escasa presencia en la zona y por eso de gran importancia y significado. La Casa de Bou conseva un gran número de muebles, de diferentes épocas y estilos, unos de mayor prestancia y otras, sencillos y humildes.
Con la de restauración del patrimonio, se quiere recuperar todo aquel patrimonio de la Casa de Bou, y en definitiva el mundo rural y tradicional valenciano al que pertenece. La destrucción de los muebles humildes y viejos ha sido sistemática a lo largo del tiempo, y más todavía y de manera acelerada en épocas recientes en las que se despreciaban los objetos para considerarlos de poco valor.
Ahora se ofrece en el pueblo la posibilidad de disfrutar de todo este patrimonio y de salvaguardarlo para el venidero.