El alcalde, Joan Ribó, ha anunciado esta decisión de la Junta de Gobierno, una iniciativa que, como ha recordado, “ya propusimos, hace aproximadamente cuatro años, los tres Grupos de la Oposición de forma conjunta”. “Esta Oficina de la Bicicleta también va a servir –ha añadido- para potenciar la participación ciudadana, porque en todas las ciudades hay un elemento de participación de los usuarios para ver cómo se ha de actuar”.
Por su parte, el delegado de Movilidad Sostenible, “ha explicado que con la creación de la Agencia Municipal de la Bici “nos dotamos de un instrumento fundamental de promoción de la Bicicleta”. “Pero no solo eso –ha añadido- como se ha demostrado en otras ciudades de referencia, la bicicleta es un elemento fundamental para cambiar los patrones de movilidad. Y así invertimos la jerarquía vial: primero los peatones, después los ciclistas y el transporte público, y en último lugar, los coches”.
El alcalde ha incidido en la capacidad de coordinación de esta entidad, y ha citado como ejemplo la ejecución del carril-bici del ‘primer anillo’ urbano: “es un carril-bici tan estrecho que apenas podías cruzarte con otra bicicleta sin chocar. Y lo estamos modificando porque queremos hacer un carril bici homologable a cualquier ciudad europea”.
“No se pueden hacer cosas cuya utilidad es muy baja después”, ha continuado Joan Ribó. “Queremos hablar con esta Agencia, por ejemplo, de los temas de programación y mantenimiento de los carriles-bici de la ciudad. Porque en la ciudad hay muchos carriles-bici, pero están muy desestructurados, no se conocen bien, no están señalizados, y ahí queremos trabajar con la Oficina de la Bicicleta, como un elemento de participación”.
El trabajo del nuevo ente se desarrollará en dos vías. La primera, la relacionada directamente con la planificación y el desarrollo del uso de la bicicleta, prestará especial atención al fomento del uso de la bicicleta; a la ampliación calidad y conectividad de la red de carriles bici y ciclocalles; a la seguridad ciclista; a la gestión de servicios como Valenbisi; o a la planificación transversal de las políticas urbanísticas.
La segunda vía será la creación de la Mesa de la Bicicleta, un foro permanente de participación de todos los agentes sociales implicados en el uso y el fomento de la bicicleta en la ciudad de Valencia: asociaciones de vecinos, plataformas y asociaciones ciclistas, organizaciones sociales y ambientales, confederaciones empresariales y del comercio, empresas del sector ciclista, grupos políticos, gestores del transporte urbano y metropolitano.
APROBADA, PERO NUNCA EJECUTADA
La puesta en marcha de una Agencia Municipal de la Bici no es la primera vez que aparece en la agenda del Ayuntamiento de Valencia, pues el 25 de noviembre de 2011, el Pleno Municipal aprobó su creación. Según lo apuntado entonces, su puesta en marcha atendería la necesidad de gestionar desde el consistorio “todos aquellos aspectos que tengan que ver con este medio de transporte”. Sin embargo, ese acuerdo plenario no se terminó de materializar.
No obstante, meses después, en el proceso de elaboración y posterior aprobación del PMUS —también aprobado a finales de 2013— volvió a evidenciarse la necesidad de su existencia. La estrategia 5 del PMUS indicaba la necesidad de “facilitar y normalizar el uso de la bicicleta como modo de transporte cotidiano y habitual de los valencianos”. En ese sentido, el Plan incidía en que “hace falta establecer una estrategia específica […], de manera que se pueda multiplicar el uso de la bicicleta, como pasa en otras ciudades europeas de nuestro entorno”.
LA PACIFICACIÓN DEL TRÁNSITO RODADO
“El objetivo final –ha asegurado el concejal- es la pacificación del tráfico rodado, y la recuperación de espacio para las personas”. De hecho, el uso de la bicicleta en la ciudad de Valencia ha aumentado en los últimos años convirtiéndose en uno de los elementos fundamentales de esa pacificación del tránsito y de la racionalización del uso del vehículo privado y también de la reducción de la contaminación atmosférica y de las emisiones de gases de efecto invernadero. Ello ayudará al cumplimiento de los compromisos municipales sobre reducción de la contaminación y el consumo energético.
Pero este aumento del uso se ha desarrollado, según ha apuntado Grezzi en su moción, “sin un plan coordinado de las actuaciones vinculadas al fenómeno ciclista”. Frente a esta “falta de coordinación y políticas integrales -continúa el concejal de Movilidad Sostenible, la Agencia Municipal de la Bici es un instrumento, en sus diferentes denominaciones, que funciona en muchas ciudades del Estado español, que están haciendo de la bicicleta uno de los elementos fundamentales de la movilidad sostenible”.