Jordi Sebastià: «Si la opción es un tripartito, habrá que hacer que funcione»

Jordi Sebastià (Burjassot, 1966) cambiará dentro de dos meses, si se cumplen sus expectativas, la alcaldía de su localidad natal por el Parlamento Europeo. El número uno de Compromís a las elecciones del próximo mes de mayo da un giro a su carrera política pero no abandona su vocación periodística, que le llevará en unos días a Tinduf (Sáhara) en busca de un manuscrito árabe sobre la conquista de Jaume I. En su maleta lleva una dura legislatura en la que la buena relación que mantiene con el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, le ha ayudado a salvar las cuentas del Ayuntamiento.

Pregunta: Lo nunca visto: un alcalde que viaja en metro hasta Valencia y va en tren a Alicante. ¿Dónde se ha dejado el coche oficial?

Respuesta: El coche oficial lo utilizamos sobre todo para el consorcio del Ayuntamiento, cuando tenemos que hacer algún trámite de ir a la Diputación, a juzgados o a conselleries, cuando tiene que ir el alcalde o algún cargo del Ayuntamiento a una reunión. Lo habré utilizado una media de una vez cada dos meses. No hace falta tener un coche oficial de plena disposición.

P: Presume de ser un alcalde austero, y es cierto que su equipo de Gobierno se bajó el sueldo a su llegada al Ayuntamiento.

R: Lo que hicimos es mantener el sueldo congelado desde 2008 y quitar el plus por asistir a la Junta de Gobierno. Y renunciamos a la paga de Navidad cuando los funcionarios dejaron de cobrarla.

P: Uno de sus proyectos más ambiciosos es la conexión en bici de toda el área metropolitana de Valencia, pero ¿está preparado el Ayuntamiento para asumir este gasto?

R: El esfuerzo económico no es tan grande porque iría mancomunado [con el resto de municipios del área metropolitana]. Lo que habíamos pensado es hacer una especie de anillo dentro de la ciudad de Valencia en los puntos en los que confluyan varios municipios del área metropolitana. Cinco o seis bases en las que la gente pudiera cambiar a Valenbisi o coger el metro. Sólo falta el permiso del Ayuntamiento de Valencia.

P: Llegados a este punto, de relevo en la alcaldía, supongo que hará balance de estos tres años al frente del Ayuntamiento de Burjassot. ¿De qué se siente más orgulloso?

R: Me siento más orgulloso de lo que no hemos hecho: no hemos cerrado ningún servicio, no hemos despedido a ningún trabajador del Ayuntamiento. Eso sería una obviedad en una situación normal, pero en época de crisis es importante. Y este verano haremos una cosa que, para mí, ideológicamente es muy importante. Cuando algunos ayuntamientos se dieron cuenta de que había niños que sólo comían en el colegio, abrieron los comedores de los colegios en verano para que comieran. Nosotros lo que hicimos fue localizar a todos los menores hasta 15 años con problemas y darles a sus familias unas tarjetas por valor de 60 euros por menor y mes, para que pudieran ir a comprar alimentos y comer en su casa, en familia. Hemos hecho el proyecto de los huertos sociales, que ha funcionado muy bien y ha puesto en valor la tierra. Hemos comprado el legado de Estellés y hemos puesto en marcha la ruta Estellés. Hemos hecho un parking, arreglado el paseo del pueblo…

P: ¿Y qué le ha quedado por hacer?

R: Hay un punto negro que es para mí el mercado de Burjassot. El mercado estaba en muy malas condiciones y decidimos rehabilitarlo. Se trasladó a los comerciantes a otra zona para que empezaran los trabajos, y se han parado. No hemos podido tirar adelante porque no tenemos presupuesto. Estamos buscando una fórmula para compatibilizar la inversión privada, pero es complicado.

P: Una de las críticas de la oposición es que tampoco ha convocado oposiciones para personal del Ayuntamiento.

R: Porque estaba prohibido por ley. El señor Rajoy prohibió que el sector público aumentara la contratación, y están congeladas por todas las administraciones. Y el Ayuntamiento está en una situación económica muy delicada. Intentamos mantener el equilibrio con lo que tenemos en marcha. Hacemos contrataciones periódicas en la brigada de obras o sustituciones de verano.

P: ¿Se ha sentido respaldado en su mandato a pesar de no haber sido el candidato del partido más votado, ni siquiera del segundo más votado?

R. Sí. Sé que al principio había dudas sobre lo que podía pasar con un alcalde que tenía el 9% de los votos. Pero la gente ha entendido que al alcalde lo votan los concejales, y yo fui elegido por los tres partidos que sustentan la mayoría; una mayoría mucho más amplia que la del PP. Rita Barberá fue alcaldesa con menos de la mitad de votos que el PSPV cuando entró en el Ayuntamiento de Valencia.

P: A lo largo de esta legislatura ha mantenido varios enfrentamientos judiciales con España 2000, Coalición Valencia e incluso el PP. ¿Siente que está en el centro de la diana de la oposición?

R: Sí. Es que se dan una serie de circunstancias muy concretas. Burjassot es el pueblo de Vicent Andrés Estellés, que fue perseguido por la derecha irracional de este país en la Batalla de Valencia; es el pueblo de Guillem Agulló, que fue asesinado por la ultraderecha valenciana, y tiene un alcalde que, cuando trabajaba de periodista, hizo muchos artículos de investigación sobre las tramas de la extrema derecha. Lo que más me entristece es que el PP les siga el juego a estos grupos.

P: ¿Da el salto a Europa ante la posibilidad de no ser reelegido como alcalde de Burjassot?

R: Nosotros, Compromís, teníamos claro al inicio de la legislatura que, en el momento en que se cerrara mi etapa en la alcaldía, yo dimitiría no sólo de alcalde, sino también de concejal. Llevo ocho años de concejal y tres de alcalde, once años son muchos. Yo no renuncio a dedicarme a la política, me gusta pero exige mucha dedicación e imaginación, no es una necesidad perentoria sino una vocación. Si las elecciones europeas no hubieran coincidido con el final de mi mandato, no habría dado el paso. El Ayuntamiento es prioritario.

P: ¿Qué balance hace de las primarias de Compromís? 

R: Hago un balance muy positivo. Primera porque hemos tenido una participación muy buena, ha conseguido estimular a la gente e ilusionarla, cosa que era muy complicada. Y ha demostrado que Compromís sabe hacer unas primarias, cosa que también era muy complicada porque somos una coalición.

P: Pero al final sólo hubo un 62% de participación en las votaciones. ¿Tal vez el proceso de composición de la candidatura ha sido demasiado complejo para motivar a más gente?

R: Puede ser. Pero yo creo que la gente quiso mostrar su apoyo inscribiéndose y luego, a la hora de votar, hay muchas circunstancias. Hay gente que pensaba que avalando ya votaba, o que luego no le apañaba ningún candidato.

P: ¿Considera que su gestión es un buen ejemplo para el tripartito que podría gobernar en la Comunidad Valenciana?

R: Es necesario que el gobierno de la Generalitat cambie. Y si la opción es un tripartito, habrá que trabajar para que funcione. En Burjassot se ha demostrado que es posible. Frente al miedo al tripartito, el Ayuntamiento funciona. Allá donde el PP gobierna con mayoría absoluta, no pueden decir lo mismo.

P: Las últimas encuestas sitúan muy bien a la dirigente de Compromís Mónica Oltra, que es la política mejor valorada. ¿Asumiría una candidatura a la Generalitat encabezada por Oltra?

R: Nosotros tendremos unas primarias y dependerá de los candidatos que se presenten. Pero es muy importante que Mónica tenga ese valor personal. Es un gran activo para Compromís y lo tenemos todos clarísimo. Parece que está dispuesta a dar el paso aunque todavía no lo ha dicho. Con Mónica tengo muy buena relación, ella fue fundamental para el pacto en Burjassot.

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