Urdangarín

Caso Urdangarin: Torres contraataca con Camps y Corinna

La defensa del exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, ha propuesto que declaren en el juicio que prevé celebrarse por el caso Nóos hasta un total de 696 testigos, entre quienes se encuentran el Rey Felipe VI, don Juan Carlos, doña Sofía, la Infanta Elena, su exmarido Jaime de Marichalar, Pilar de Borbón y la princesa Irene de Grecia y Dinamarca. También al expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons

La defensa de Torres se basa en tratar de acreditar cómo la Casa Real estaba al corriente de las actividades desplegadas por el Instituto Nóos.

Para ello, un vídeo que hace meses corrió como la pólvora por Internet ha vuelto a saltar a la palestra y forma aprte del alegato del exsocio. Se trata de un vídeo rodado durante la celebración del Valencia Summit de 2004, en el que se puede ver a Camps, Barberá, el propio Urdangarin y la princesa Corinna compartiendo mesa.

Mediante el escrito de defensa que Torres, junto a más de 450 páginas con correos electrónicos, ha presentado ante el juez José Castro trata de rebatir las acusaciones que contra él mantiene la Fiscalía Anticorrupción, que reclama 16 años y medio de cárcel para el procesado.

De hecho, en su escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, el letrado Manuel González Peeters asevera que a través de la entidad en la que Urdangarin y Torres eran socios «jamás se hizo nada sin antes haber informado» al secretario de las Infantas, Carlos García-Revenga, «y a la Institución que él representaba y que lo autorizaba todo, pues en caso contrario nada se acometía».

De este modo defiende el abogado que «siempre» se operó «con absoluta transparencia», e incide en que «es imposible sostener» que, con esas premisas y «con el ejército de asesores» con los que cuenta la Casa Real, «que intervenían de manera activa y determinante», pudieran Torres y su mujer, Ana María Tejeiro, «tener la más leve sospecha de que algo de anómalo pudiera estar llevándose a cabo».

Asimismo, la defensa de Torres propone la declaración de la noble alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien habría realizado gestiones para emplear a Urdangarin en una fundación internacional; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; los exministros Rodrigo Rato y Alberto Ruiz-Gallardón; el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons.

En su escrito, la representación procesal de Torres subraya que la idea del Instituto Nóos surgió de las conversaciones que mantuvieron en su día Urdangarin, la Infanta Cristina, García Revenga y el entonces jefe de la Casa Real, Alberto Aza, con varios profesores de la escuela de estudios superiores Esade, entre quienes se encontraba él mismo. El objetivo: «promover proyectos, estudios y congresos sobre patrocinio, mecenazgo y responsabilidad social».

La defensa apela a la bondad de cuanto se puso en marcha a través de Nóos y asegura que «ninguna, absolutamente ninguna ilicitud ha tenido lugar, desde ningún punto de vista posible, ni directo ni indirecto», negando «rotundamente cuanto aducen la totalidad de acusaciones».

TODOS LOS EVENTOS RESPONDIERON «A UNA NECESIDAD REAL»

De hecho, acerca de las cumbres sobre turismo y deporte que tuvieron lugar en Palma y Valencia, entre otros eventos por los que el Instituto percibió hasta 6,2 millones de euros públicos, parte de cuyo destino se desconoce, asegura que «responden todas ellas a una necesidad real, estando amplia y prolijamente justificada la oportunidad y bondad de su realización».

Es más, respecto a las negociaciones previas que llevaron a cabo ambos exsocios con las autoridades valencianas y baleares de cara a la adjudicación de los cónclaves, y que según las acusaciones habrían favorecido la posterior contratación ‘a dedo’ del Instituto Nóos, justifica que este tipo de actividades «no se hace de un día para otro, sino que precisa de numerosos meses de trabajo antes de que se celebre el acontecimiento».

«No es cierto que Nóos fuera contratado por cosa distinta a la realidad de sus proyectos propios, que respondían a una realidad previa porque eran intrínsecamente de interés y además tenían, como en efecto tuvieron, un estraordinario impacto de todo punto positivo», incide al respecto el abogado de Torres, quien niega asimismo que los precios fijados por la entidad liderada por ambos exsocios para que las Administraciones patrocinasen sus proyectos estuvieran «fuera de mercado», como postula la Fiscalía.

González Peeters aclara en este sentido que las Instituciones públicas «no contrataron la prestación de un servicio», sino que de lo que se trataba era de «patrocinar el novedoso proyecto del Instituto Nóos y así lo decidieron, porque sin lugar a duda de suerte alguna les era y fue harto beneficioso desde cualquier prisma posible».

Sobre la gestación del Valencia Summit, cuyas ediciones se celebraron en 2004, 2005 y 2006, el acusado recuerda que fue en 2003 cuando Urdangarin, «tras departir con su esposa de ese tema y de otros de corte profesional», escribió a García Revenga informándole, «como siempre fue el caso, pues jamás se hizo nada» sin antes comentárselo, «de las acciones previstas».

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