“Es muy grave para el tejido productivo español, no sólo valenciano. Los puertos no creamos el comercio, lo canalizamos. Si no funcionamos, el estrangulamiento de la producción tiene dimensiones descomunales, porque hay que tener en cuenta que España es casi una isla, el 85 por ciento de nuestro comercio se hace vía marítima”.
Estamos hablando de que uno de cada tres contenedores de mercancías que salen o entran de España, lo hacen a través del puerto de Valencia.
Según los datos de la Agencia Tributaria, en 2012 el Puerto de Valencia, Sagunto y Gandía exportaron mercancías por valor de más de 17.000 millones de euros; importaron por valor de más de 15.000 millones.
Estas cifras dan idea del perjuicio económico que causan dos días de paralización en el transporte de la producción. Cada uno de los dos días de huelga portuaria ha inmovilizado cargas por valor de 47 millones de euros en las exportaciones y otros más de 45 millones en las importaciones.
A esto hay que añadir el perjuicio que se les está causando a las empresas que esperan la materia prima para poder producir “y que han estado dos días sin poder hacerlo, pero generando los mismos gastos que cualquier otra jornada del año”, explican fuentes portuarias.
El caso de las azulejeras
“Mercancía que no cargues hoy, ya no sale del país, no se recupera”. El sector azulejero, el más exportador del tejido industrial valenciano -y español- calcula en 5 millones de euros las pérdidas diarias “si lo puertos no funcionan”.
En declaraciones a VLC NEWS, Vicent Nomdedeu, Presidente de Promoció Exterior y Comercio de ASCER, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos cerámicos, explica que con el Puerto de Valencia cerrado, “perdemos el 60 por ciento de las exportaciones diarias de nuestro producto”.
A estos daños hay que añadir un efecto colateral que lastrará la cifra anual, «este año queríamos batir el récord de las exportaciones de cerámica española, y si tenemos los puertos cerrados, no lo vamos a conseguir”, lamenta Vicent Nomdedeu.
Paralización de la actividad portuaria
Las dos jornadas de huelga que han mantenido los 3.000 empleados de las navieras, consignatarias y estibadores de la provincia de Valencia obligó ayer a permanecer fondeados fuera de las instalaciones portuarias a 13 buques, siete de ellos desde el jueves. Había portacontenedores, cargueros con automóviles y una cementera.
Dentro, en la terminal NOATUM (la antigua Marítima Valenciana) han permanecido fondeados desde la medianoche del miércoles dos buques de gran envergadura sin ser atendidos. Uno con 14.000 contenedores a bordo y el otro, con 45.000 toneladas de maíz, a la espera de ser descargados.
“Pero lo peor es que vienen tres grandes cargueros de contenedores en ruta y no queda espacio para ellos”, confirmaron a primera hora las misma fuentes.
Negociación del convenio
La de ayer fue la segunda de las once jornadas de huelga convocadas por UGT y CCOO. Las próximas paradas “si antes no hay acuerdo” tendrán lugar los días 17, 18, 24 y 25 de junio y del 1 al 5 de julio.
Como les viene avanzando este diario, los sindicatos temen que la patronal se acoja a la nueva reforma laboral y suspenda “la ultractividad” de los convenios. Piden que el nuevo marco laboral mantenga su vigencia hasta 2016. Si no es así, a partir del 8 de julio decaerá y se deberán acoger al Estatuto de los Trabajadores, menos “ventajoso”.
Desde la patronal, la Asociación Naviera Valenciana ha asegurado estar dispuesta a llegar a un acuerdo entre las partes para prorrogar el convenio más allá del 8 de julio, pero lo cierto es que el jueves hubo un intento y fracasó antes de empezar.
Además, los transportistas
La huelga de los trabajadores de las empresas del sector coincidió con el inicio de los paros de los chóferes autónomos de Transcont, que se concentraron en las inmediaciones del Acceso Sur del Puerto de Valencia. Y aunque su protesta quedó eclipsada, por la mañana se produjeron incidentes en algunos polígonos industriales, con pinchazos de ruedas y rotura de cristales.
Hoy es previsible que los asociados a Transcont recuperen el protagonismo con el regreso a la actividad en el puerto de Valencia e intenten de algún modo paralizar la entrada de camiones.