La Universidad de Valencia continuará degradándose con Esteban Morcillo

Frente a todos los datos que demuestran el fracaso del sistema universitario español, la Universidad de Valencia volvió a elegir a Esteban Morcillo como Rector, en unas elecciones con unas propuestas de los candidatos que obviaron los errores y dedicaron su programa a contentar a los electores.

Al rectorado de la Universidad de Valencia se presentaban el actual rector, Esteban Morcillo y el aspirante Vicente J. Martínez en una pugna que apenas ha levantado los ánimos del campus y que ha quedado resuelto sin mayor debate.

Las urnas se han abierto a las 10.00 y la comunidad universitaria ha podido emitir su voto -había 56.000 personas llamadas a ejercer este derecho- hasta las 18.00 horas, cuando ha comenzado el escrutinio, que se ha ido actualizando por Internet. Finalmente, han votado 6.308 personas, lo que se traduce en una participación del 11,26%.

En esta campaña no han salido ninguno de los temas fundamentales que asolan el sistema universitario, como si el fracaso de la universidad española, los estudiantes y la escasa competitividad de los profesores de la Universidad de Valencia no fuera con los candidatos.

Aunque tal como está construido el sistema electoral, los candidatos a rector en la universidad española son prisioneros de los grupos de electores, de manera que solo pueden moverse entre los grupos de interés a los que dicen representar.

No hay pues lugar para cualquier autocrítica de la universidad y sus resultados en una sociedad cambiante y necesitada de análisis y nuevas áreas de conocimiento.

 

EL MODELO EDUCATIVO QUE VIENE

No hay ninguna universidad española y mucho menos valenciana en las 200 universidades más importantes del mundo. Y eso se nota entre los estudiantes. La frase de la generación mejor preparada de toda la historia es cierta comparada con la anterior, pero falsa a la hora de compararla con las de otros países con los que tienen que competir. Un universitario valenciano antes competía con uno de Valladolid o de Sevilla, ahora compite con uno de California o de Shanghai, donde están los mejores estudiantes del mundo.

Estamos en la cola en matemáticas, en ciencias, lectura y otras habilidades, como son por ejemplo los idiomas. No hay incentivos (no solo medios) para la investigación y muchos menos para buscar la excelencia. Gran parte de los catedráticos están a defender su presupuesto y su área de influencia.

Los estudiantes que salen de nuestras universidades no saben construir un argumento, escribir o hacer presentaciones en público, como dice Luis Garicano. No tienen autonomía para pensar y su trabajo sigue siendo memorístico, lo que choca con una sociedad que cada vez es más analítica y descentralizada.

Y esto ha provocado un conglomerado de intereses entre parte de los profesores de estas universidades, que defienden su parcela y método, ganada con decimonónicas oposiciones, y los propios estudiantes, que se mueven cómodos en ese ambiente que sigue parecido al de aquella Casa de la Troya  que noveló Alejandro Pérez Lugín en 1915. El universitario quiere apuntes para copiar no conocimientos para analizar.

 

PROPUESTAS DE LOS RECTORES

Frente a esta situación, la propuesta  de los candidatos llama a la atención por su pobreza de miras.

Vicente J. Martínez  habló durante la campaña de mejorar la gestión, transparencia, austeridad, participación, cambio de rumbo (¿?), dignidad, ética y evitar tanta burocratización. Ni una palabra de reconocimiento de los males que sufre de verdad la Universidad de Valencia, a la vista de los resultados ante la sociedad y en comparación con otras.

El nuevo Rector Esteban Morcillo se ha envuelto en la bandera de la autonomía para defender la universidad contra ataques, pide más dinero (como si ese fuera de verdad el problema), culpa al Ministerio y ha hecho la campaña bajo el lema “Más y mejor universidad pública”. Ni una palabra sobre la excelencia, competitividad y un nuevo marco universitario

Morcillo ha ganado con la propuesta de subir los sueldos a PDI y PAS. E incluso  ha propuesto un cambio del sistema productivo de la sociedad valenciana sin aclarar cómo cambiara la Universidad de Valencia para conseguir ese cambio del sistema.

La Universidad de Valencia ha celebrado sus elecciones a Rector ajenos a lo que está pasando en el mundo, con lo que nuestros estudiantes están condenados a seguir en la cola de los universitarios de la OCDE.

 

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