Los alumnos de la escuela de capataces se van «al exilio»

Los alumnos de primer curso de jardinería de la Escuela de Capataces de Catarroja se desplazan diariamente a “El Exilio”, nombre que recibe el jardín colindante a la zona de aulas del centro. Antiguamente era una vaquería y cuando se cerró, hace dos décadas aproximadamente, se empezó a utilizar para realizar prácticas de manejo de tractores. El origen de este jardín nace con el profesor Vicent P. Canós que decidió construir un lago artificial y cultivar plantas para crear un jardín que se sustentara con los propios elementos naturales de la zona regada por las aguas de la Albufera.

 

150 especies “exiliadas”

El jardín tiene más de 150 especies y el objetivo principal es conseguir que “el exilio” perviva sin necesidad de riegos ni cuidados adicionales una vez se consiga arraigar la especie. Por ello procuran mezclar especies mediterráneas con otras que no siéndolo llevan mucho tiempo en estos jardines.

En invierno la zona baja del jardín está llena de agua embalsada que nutre a las plantas de gran cantidad de alimento mientras que en verano, cuando ya se usa el agua de las acequias, “el exilio” queda seco y deja a la vista la tierra arcillosa y un aspecto árido del terreno.

Alumnos vocacionales

 “Los grupos de alumnos son heterogéneos y en el caso del grupo de primer curso de jardinería de este año hay algunos que han despuntado mucho por su interés y capacidad”, ha comentado Canós.

La diputada de Educación, Oreto Segura ha destacado la implicación de los alumnos en el desarrollo de este curso y en las prácticas que están realizando dentro y fuera de la escuela con tan buen nivel.

Algunos de los alumnos han tenido contacto con temas de jardinería o floristería antes de entrar en la escuela pero hay muchos otros que empiezan sin tener ninguna noción pero que se integran rápidamente.

Canós dice que “lo que hay que tener son ganas, porque una vez que empiezan, es cuando pueden aprender mucho y decantarse por una salida profesional. En este curso muchos de ellos han cambiado sus expectativas iniciales y ahora les gusta más el mantenimiento de jardines que otras especialidades, hacen una pequeña inversión para ser autónomos y tener su propio negocio”.

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