Los botellones convierten en urinarios los portales de Rois de Corella

 

 

«Ven un patio abierto o más resguardado y entran a orinar». Así explicó a VLC News el presidente de la Asociación de Vecinos de Abastos, Vicente Micó, la situación por la que están pasando en el barrio pero muy especialmente en la calle Rois de Corella. 

«Los vecinos han denunciado el problema en el que se encuentran en las últimas semanas y ya no sabemos qué hacer», continuó el vocal. Esta «indefensión» se debe a la proliferación de botellones en una ‘ruta de alcohol’ por el barrio como nunca antes había ocurrido, llegando a reunirse 200 personas en un punto. «Va desde Bailén hasta Cruz Cubierta, pasando por plaza de España, calle Albacete, Beato Galvez, Pasaje Ventura Feliu, San Vicente y la estación del AVE Joaquín Sorolla», detalló Micó. Cada vía tiene su punto ‘ideal’ para reunirse en grupo, «un parque, un callejón, una explanada, una acera amplia». Es, dice, un peregrinaje entre discotecas que deja por el camino restos de botellas, orines y vómitos. 

Pero lo que antes se quedaba en un problema en la vía pública, ahora ha saltado a espacios privados como es el caso de los portales. En la calle Rois de Corella hay diversos números en que los portales generan un recoveco que resulta cómodo y ‘más privado’ a altas horas de la madrugada. 

Sí admite la asociación vecinal que enlos parques, como ocurre con Beato Galvez, el Ayuntamiento guarda especial cuidado y «los sábados lo deja limpio para que mayores y niños puedan ir a pasar horas de juego en el fin de semana. De lo contrario ya sería una vergüenza», matiza Micó. 

Un grupo de residentes del barrio ha salido a recorrer las calles en varias ocasiones hasta las 3 de la mañana para identificar estos focos y comprobar sus consecuencias. «Ante las que no podemos hacer anda, pero ni nosotros ni la policía», indicó. «Los agentes patrullan y llegan requisan la bebida que encuentran porque esperarse a sancionar supone mucho tiempo: hacer pruebas de alcoholemia, comprobar que los contenidos de vasos y botellas tienen alcohol…», dijo. La persecución es más clara con los propietarios de vehículos que llevan en sus maleteros cargamentos de bolsas con material para botellones y que dejan sonar música a todo volumen con las puertas abiertas. «Pero también he tenido que presenciar cómo una policía tuvo que desaparecer de un punto de reunión porque los chicos eran muchos y bastante ‘valientes'», continuó. 

La presencia de estos grupos suele prolongarse desde la 1 hasta las 5 o 7 de la mañana, con intermitencias, ya que entran y salen de discotecas hasta su cierre. Además, en las últimas semanas los vecinos han detectado que también comienza a producirse con la misma frecuencia que viernes y sábados, los jueves. «Necesitamos una solución», concluyó Micó. 

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