Los ilicitanos muestran su intensa devoción por la Virgen en el Misteri

Alrededor de un millar de personas abarrotaron la Basílica de Santa María para presenciar el primer acto de este drama, denominado la ‘Vespra’, en el que se escenifica la muerte de la Virgen, mientras que la segunda parte o la ‘Festa’, que tendrá lugar hoy, versa sobre su coronación y ascensión al cielo.

En el Misteri, en el que participan actores y cantores no profesionales -todos ellos niños y adultos varones-, las escenas cobran vistosidad y carga expresiva, sobre todo cuando desciende un ángel en el interior de un aparato denominado ‘mangrana’, desde lo alto de la cúpula de la basílica.

En la primera jornada del Misteri, la Virgen María y su cortejo, formado por María Salomé, María Iacobe y algunos ángeles (personajes representados por niños), entraron por la puerta principal del templo y han ascendieron por el andador o rampa que comunica con el escenario o cadafal levantado en el crucero de la basílica.

Después, la Virgen María interpretó, con la voz blanca de un niño, el triste canto en el que expresa su deseo de morir y reunirse con su hijo.

En el cadafal se vivió uno de los momentos de gran emoción entre los asistentes, con el sonido del órgano, el repique de las campanas y el acompañamientos de los cohetes, cuando produjo el descenso de la ‘mangrana’, en cuyo interior un ángel porta una palma dorada que entregó a la Virgen y le ha anunciado que su deseo de morir se verá cumplido.

Luego, los apóstoles se adentraron en la basílica para despedir a la Virgen antes de morir.

Tras su muerte, el niño que representaba a la Virgen fué sustituido por la imagen de la patrona de la ciudad, a través de una pequeña rampa situada en la cama en la que se sitúa la Madre de Cristo, mientras los apóstoles ocultaron a los asistentes el cambio y entonaron un canto fúnebre en el que se manifiesta la esperanza en la futura resurrección.

La despedida de la Virgen en el cadafal se contrarrestó con la emoción y los aplausos que provocó el descenso, desde lo alto de la basílica, de otro aparato aéreo, que transportaba a cinco actores vestidos de ángeles (tres adultos y dos niños), quienes recogieron el alma de la Virgen, representada por una pequeña talla, para subirla al cielo y poner fin al primer acto.

Entre los invitados a la tribuna del Patronato del Misteri destacó la presencia del obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui Soriano, y el organista de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, Valentín Miserahs Grau.

Este drama sacro-lírico comenzó a representarse, según los investigadores, en el siglo XV, pero tras decenas de años de escenificación, a mitad del siglo XVI, el Concilio de Trento lo prohibió. Fue necesaria la implicación de los ilicitanos y entidades religiosas locales a la hora de demostrar su devoción y culto a la Virgen María para que en 1632 el Papa Urbano VIII otorgara un permiso o bula papal para que el Misteri d’Elx volviera a representarse.

Anoche, miles de ilicitanos velaron a la patrona de la ciudad en la tradicional ‘Nit de la Roá’, a la espera del segundo acto del Misteri, que se celebrará hoy a partir de las seis de la tarde, en el que se escenifican la ascensión a los cielos y la coronación de la Virgen. Antes, desde las diez de la mañana se realizará la procesión del santo entierro que recorrerá el centro de Elche.

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