Los Moros y Cristianos vuelven a Alboraya

 

Las comparsas moras de ‘Hassam Hardà’ y de ‘Alboraijas’ vuelven a formar parte de las fiestas patronales de Alboraya tras dos años sin celebrarse el festejo de Moros y Cristianos. Así, finalmente han tenido lugar este domingo y han participado más de 500 personas.

Los desfiles han rememorado la etapa de esplendor de los musulmanes en la Península Ibérica y las batallas que fueron alternando el poder entre los seguidores del Islam y los cristianos aproximadamente en el siglo XV. 

La comparsa ‘Hassam Hardà’ ostenta la capitanía este año siendo la gran protagonista de la fiesta. Su capitán es Josep Moral i Moreno y su favorita es Patricia Marí i Torres. El desfile ha contado con la participación, de además de la dos filàs de Alboraia, del grupo de los ‘Dimonis de L’Avern’, del conjunto de malavaristas y acrobatas ‘Circopodo’, del ballet ‘Teleraco’ que ha sido la única representación cristiana en el acto, del ballet Noir Nair, de la ‘Societat Musical de Alboraia’, de la ‘Societat Musical Unió de Pescadors’, de la escuadra de ‘Els Elegits’ de Orriols y de la escuadra ‘Benvinguts’ de Almàssera.

El pasacalle, que ha durado alrededor de dos horas, ha recorrido las principales calles de Alboraia, empezando en el Racó de Sant Llorenç, pasando por las vías Divino Maestro, Botánico Cabanilles, Colón, Cabanyal y terminando en la Casa de la cultura José Peris Aragó. Una curiosidad es la falta de una escuadra de cristianos. “En este pueblo no hay ninguna comparsa cristiana y es algo extraño porque pertenece a una comarca católica muy tradicional pero también hay que recordar que el nombre de Alboraia es de origen árabe”, asegura el capitán de ‘Hassam Hardà’.

La fiesta de Moros y Cristianos se caracteriza por el gran componente familiar, como explica Patricia Marí i Torres, la favorita de este año, las comparsas viven la fiesta muy cerca de sus seres más queridos. Hacen salidas culturales y acuden a los festejos de Moros y Cristianos de otras localidades siempre en familia y durante todo el año. Además, las comparsas se constituyen de una forma familiar y con las cuotas anuales de los mayores los niños también pueden acudir y, así, desde muy pequeños beben de esta cultura.

Este tipo de acontecimientos durante las fiestas buscan crear un punto de encuentro entre las personas de la localidad que por trabajo o porque ya no viven en Alboraia no se ven regularmente. “Esa es la esencia de estas celebraciones, reunir a la gente”, afirma la concejala de Fiestas Angels Belloch. La recuperación de la entrada de Moros y Cristianos ha sido, sin duda, una de las principales atracciones de las fiestas patronales de Alboraya de este año gracias a la espectacularidad de los trajes que han hecho las delicias de todos los allí presentes.

El vicepresidente de Hassam Hardà y coordinador de la fiesta este año, Alfredo Moltó, señala que este festejo comenzó a celebrarse en Alboraia en el año 1994 cuando los comerciantes del Barrio de los Cristales promovieron en la celebración de unos carnavales vestirse de moros y cristianos. Tras el éxito y la gran aceptación popular surgió la idea de celebrar la fiesta de Moros y Cristianos y, simultáneamente, nació la comparsa ‘Hassam Hardà’.

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