Los Príncipes presiden en Santiago un emotivo funeral por las víctimas del tren

Además de Mariano Rajoy y Alberto Nuñez Feijóo, a la ceremonia oficiada por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, han asistido también la infanta Elena, los ministros Ana Pastor y Alberto Ruiz Gallardón, los presidentes del Congreso, Jesús Posada, el Senado, Pío García Escudero, de las CCAA, como Alberto Fabra, y representantes de los principales partidos políticos.

Centenares de fieles han asistido al oficio religioso desde el interior del templo y también a través de una pantalla gigante instalada en la Plaza de la Quintana sobre el escenario que inicialmente se habilitó para celebrar las fiestas de Santiago Apóstol, suspendidas por el accidente ocurrido el miércoles día 24 en las proximidades de la capital gallega.

Las campanas de la catedral empezaron tocar a muertos desde la seis de la tarde, una hora antes del comienzo del funeral oficial, y acompañaron la entrada de cientos de personas a la catedral en una cola que se formó sobre las cinco y media de la tarde y que discurría desde la plaza del Obradoiro a la de Platerías.

El maquinista dice que se despistó

El maquinista del tren, Francisco José Garzón, ha confesado que se despistó hasta tal punto que no sabía dónde estaba y, por tanto, que debía frenar, mientras los técnicos han practicado este lunes nuevas pruebas con la confianza de que, a finales de semana, se conocerán las circunstancias concretas del siniestro.

Fuentes de la investigación han informado a Efe de que Garzón ha confesado ante Luis Aláez, titular del Juzgado de Instrucción número tres de Santiago, que la noche del siniestro se distrajo sobre el tramo del trayecto en el que se encontraba el convoy.

El conductor del Alvia, al que se le imputan 79 delitos de homicidio y una pluralidad de delitos de lesiones, todos ellos cometidos por imprudencia profesional, ha confesado que creyó que no estaba en el punto del recorrido donde descarriló y que cuando quiso frenar, «llegó a hacerlo», pero ya era demasiado tarde.

Garzón aceptó anoche en su testimonio de casi dos horas ante el juez que lo ocurrido no es achacable a un fallo técnico, ni tampoco a las condiciones del vehículo que pilotaba ni del trazado, sino a un «error humano».

Las fuentes consultadas han precisado a Efe, sin embargo, que a lo largo del día de los técnicos de la policía judicial han continuado realizando pruebas, de acuerdo con las diligencias emitidas por el juzgado, con la previsión de que a finales de esta semana se sepa con más precisión qué pasó en el momento del accidente.

En concreto, los investigadores tratan de determinar el eventual uso del teléfono móvil por parte del maquinista; la zona en la que se encontraba la totalidad de la tripulación del tren accidentado en el momento del suceso y por qué el conductor activó el freno de emergencias pero cuando el tren ya había descarrilado.

La prevista apertura mañana de las cajas negras del tren Alvia siniestrado en los juzgados de Santiago permitirá aportar más información sobre lo sucedido.

La información se registra en unos discos duros que los investigadores volcarán en ordenadores para desentrañar su contenido. Coincidiendo con el trabajo del juzgado y la policía judicial, las principales asociaciones judiciales han avalado hoy la decisión de poner en libertad como imputado al maquinista, pues la prisión provisional no debe emplearse como «escarmiento» ni para adelantar la posible pena, han puntualizado.

Según la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y Jueces para la Democracia (JpD), las medidas adoptadas por el juez Luis Aláez son proporcionadas al caso y se ajustan a las directrices del Tribunal Constitucional sobre la prisión preventiva.

El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, en una entrevista a TVE, ha pedido hoy respeto a la presunción de inocencia del maquinista, al tiempo que representantes de la plataforma ‘Con los maquinistas’ han dicho a EFE que están convencidos de que tras el accidente hay algo más que un «fallo humano». Entretanto, el Ministerio de Fomento ha creado una oficina para atender a los afectados del accidente, a consecuencia del cual siguen todavía ingresadas en hospitales gallegos 69 personas, de ellas 22 en estado crítico.

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