Los socialistas valencianos ante el 10 de marzo

El PSPV arranca la semana decisiva de su proceso de primarias abiertas, que culminará con la votación, el domingo día 9, del que será el candidato del partido a la Generalitat en las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana. Pero ese día no concluye este camino iniciado por los socialistas valencianos: la clave está en el día 10 y en la gestión que Blanquerías haga del resultado y de lo expresado por los 68.000 afiliados y simpatizantes llamados a la movilización.

VLC News ha conversado con la Asociación Valenciana de Consultores Políticos sobre este importante paso dado por el PSPV. Y para su representante, Guillem Bertomeu, la pregunta que los posibles votantes se harán prioritariamente es si, gane Toni Gaspar o Ximo Puig, este proceso «habrá servido de algo, o seguirá todo tal cual».

Bertomeu opina que «cualquier atisbo de democracia interna en los partidos políticos es positivo». En un momento en que la clase política y la corrupción son vistos por la ciudadanía como su tercer mayor problema según el CIS, resulta que «lo que debiera ser normal, transparente y de sentido común, es portada y noticia día tras día en los medios de comunicación». Lamentablemente, la sensación que queda en los españoles es que «la democracia interna no es lo normal a día de hoy».

Por eso el cambio de rumbo iniciado por el PSPV resulta tan interesante. «Ya era hora de movilizarse después de 23 años de oposición municipal en Valencia ciudad y 19 años de oposición en la Generalitat Valenciana», opina este experto en Marketing y Comunicación para las Administraciones Públicas. Y este proceso será tanto más positivo en la medida en que no se quede «en una lavadita de cara, con los mismo actores y las mismas familias dominantes».

Sin embargo hay varios factores que ya inducen a pensar que la revolución no será tal. En primer lugar, el seguimiento o apoyo que se da al proceso desde la dirección nacional del PSOE. Para empezar, la coherencia no acompaña, ya que la candidata del partido a las elecciones europeas, Elena Valenciano, ha sido elegida por «dedazo».

Además, Ferraz (sede de los socialistas en Madrid) ha querido controlar todos los pasos dados por los aspirantes en su campaña: desde la celebración de debates hasta la recaudación de fondos. Y por último, parece que el experimento valenciano no tendrá muchos ecos, ya que sólo Baleares ha pedido hasta la fecha celebrar primarias abiertas, mientras que en Murcia y Aragón sólo votarán los militantes.

La segunda cuestión es la oportunidad del momento elegido. Bertomeu recalca que «estamos en año preelectoral, estamos en un cambio de época de la concepción antigua de hacer política, y hay que dar la sensación de transparencia y democratización de las estructuras internas». Pero las elecciones autonómicas se celebrarán dentro de 15 meses mientras que las elecciones europeas, a poco menos de tres meses, han quedado totalmente relegadas a un segundo plano.

El tercer factor que habla sobre la profundidad del movimiento es la (des)igualdad de los aspirantes. Mientras que Toni Gaspar ha dejado sus cargos políticos durante todo el proceso de primarias y se ha lanzado a hacer kilómetros, Ximo Puig no ha abandonado ninguno de sus cargos. «¿No podía ningún vicesecretario general del PSPV sustituirle para dotar de más transparencia el proceso?», se pregunta Bertomeu. «Estos detalles», concluye, son los que «pueden deslegitimar todo un proceso».

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