La nueva consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, ha encargado un nuevo informe para determinar la viabilidad de la antigua Fe y decidir qué uso sanitario se le da a las instalaciones. Este jueves, Montón se ha reunido con las asociaciones de vecinos del barrio de Campanar para informarles en persona.
La paralización de la demolición de la antigua Fe ha sido la primera medida adoptada desde su departamento: «Quería venir al terreno con las asociaciones de vecinos para demostrar que hay otra forma de hacer las cosas y de hacer la política conjuntamente con la ciudadanía».
Montón ha insistido en que su gestión va estar «por ese camino, en devolver los derechos a los valencianos, garantizar la sanidad pública y que su calidad sea su seña de identidad». Además ha destacado «la constancia» del movimiento asociativo vecinal.
Aunque ya había un estudio elaborado por el anterior equipo directivo de Sanidad, la nueva responsable quiere realizar uno nuevo «en condiciones» que se ejecutará en la propia Conselleria para poder tomar un decisión. En este estudio se tendrá que evaluar «la viabilidad, el coste económico y después escuchar las propuestas concretas de profesionales y usuarios».
En cualquier caso, ha recordado que llevan sólo dos días la frente de la Conselleria y tienen «todo encima de la mesa». «Tenemos mucho por hacer», ha apostillado.
MANIFESTACIONES PARALIZADAS
De otro lado, el portavoz de la Comisión Cívica por un Hospital Digno en Campanar, Matías Alonso, ha destacado que ésta ha sido la primera reunión en cuatro años pese a las 43 manifestaciones convocadas para «ser recibidos por la autoridad democrática» que además, ha recalcado, ha partido de la propia consellera.
Por ello, ha anunciado que ante este cambio de actitud van a suspender la próxima manifestación convocada para el 17 septiembre para darles «un voto de confianza» aunque ha matizado que se reanudarán «dependiendo cómo vaya esa línea de diálogo y confianza».