«No sentiré el trabajo terminado hasta acabar con el paro y saldar las deudas»

 

 

El president de la Generalitat, Alberto Fabra, defendió este lunes las políticas desarrolladas por su Gobierno pero afirmó que no sentirá que el trabajo está terminado hasta que se solucione el desempleo, la Administración salde sus deudas y las instituciones recuperen la confianza ciudadana.

En su discurso inicial en el debate sobre el estado de la Comunitat, que duró cerca de hora y media, Fabra aseguró haber cumplido los compromisos adquiridos hace dos años con la estabilidad presupuestaria, la austeridad en el gasto, la simplificación administrativa y la eficiencia en la gestión de los servicios púbicos.

Sin embargo, consieró que «no es suficiente» y dijo no poder estar satisfecho «mientras haya 573.486 mujeres y hombres que no pueden encontrar un empleo», la Generalitat no pague «hasta el último céntimo» que debe, o se recupere la confianza perdida en las instituciones.

Para esto último, el president pidió la colaboración de los grupos de la oposición, a quienes dijo que la responsabilidad política «conlleva transmitir una imagen real positiva y moderna de la Comunitat» y les ha reclamado: «Midan sus palabras, valoren los efectos de sus críticas y construyan, no destruyan».

«Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Las reformas y los ajustes eran necesarios para afrontar la grave situación», señaló Fabra, para quien «uno de los mayores logros era que no pasara lo que algunos auguraban» porque «ni ha desaparecido la sanidad pública, ni la educación gratuita para todos».

Acusó a la oposición de haber utilizado las políticas sociales «para generar temor y desasosiego entre los ciudadanos» y de haber querido «trasladar la sensación de que el sistema se venía abajo», bajo el lema de los recortes, y «con total rotundidad quiero decirles que eso es falso», añadió.

Fabra resaltó que el número de hospitales es igual al que había en 2010, que los centros de salud han crecido en 17, el personal sanitario lo ha hecho en más 3.371 personas, y las operaciones quirúrgicas se han incrementado en 24.911.

«¿Donde están los recortes en sanidad?», preguntó Fabra, quien se ha comprometido a «pagar cuanto antes» todo lo que se adeuda y a priorizar los pagos para que los colectivos que peor lo están pasando «sean los primeros en percibir ayudas».

El president también avanzó que el programa de viviendas para familias desahuciadas y en riesgo de exclusión tendrá continuidad en los presupuestos de 2014, que recogerán un aumento de las partidas destinadas a bienestar social, así como nuevos centros sanitarios y educativos.

Insistió en que el problema de la Comunitat proviene de los ingresos, no de los gastos, y ha reiterado que no permitirá que se trate a esta región «de forma desigual» y que ni miraba ni mirará las siglas del Gobierno central «para exigir lo que es justo».

En un discurso en el que alternó el valenciano y el castellano, Fabra dijo que no exigirá nuevos sacrificios a los valencianos, a quienes anunció la bajada de impuestos, incentivos para la contratación, formación para los desempleados y facilidades para favorecer la competitividad de las empresas.

Propuso un plan de oportunidad para incentivar la contratación de desempleados con dificultades de inserción, y un plan de infraestructuras sociales, además de 300 nuevas plazas docentes y más becas y préstamos para universitarios.

Para las empresas, propuso un nuevo modelo de incentivos, con créditos a coste cero y subvenciones; liberalización horaria en toda la Comunitat, y la reforma de la ley de Cooperativas, así como una nueva ley educativa y de calidad agroalimentaria.

Además, defendió infraestructuras como el Corredor Mediterráneo y el AVE, y mostró su compromiso con los trasvases de agua del Ebro, el Tajo-Segura y el Júcar-Vinalopó, y afirmó que en diciembre estará finalizada la planta potabilizadora de la Ribera.

Alberto Fabra afirmó que los valencianos se sienten orgullosos de ser valencianos y españoles, y quieren «crear con cualquier vecino lazos de unión», pero «en ningún caso cadenas que nos aten a otros países imaginarios».

«Quienes no se sientan así están en su derecho, ahora bien, díganlo en esta Cámara y no engañen a los ciudadanos», instó al resto de fuerzas parlamentarias, antes de invitar a los valencianos a hacer del 9 d’Octubre un día de exaltación de un valencianismo «alejado de nacionalismos anacrónicos».

Financiación

Además, Fabra aseguró que reclamará una financiación «justa» para la Comunitat con independencia de quién gobierne en España, ante lo que el portavoz socialista, Antonio Torres, le exigió que se «plante» ante Rajoy, porque están «chuleando» a los valencianos.

Durante su réplica al portavoz socialista en el debate sobre el estado de la Comunitat, Fabra aseguró que defenderá y hará entender a «quien haga falta» que la financiación es «injusta, insolidaria» y no atiende las necesidades de los ciudadanos de la Comunitat.

Instó a los socialistas valencianos a no dar lecciones de cómo se tiene que reivindicar lo necesario para la Comunitat, ya que ellos «aplaudían con las orejas» los planteamientos de Zapatero, y además el PSOE dejó que la Comunitat ingresara 9.000 millones menos, por lo que carecen de «legitimidad» para hablar de este asunto.

«Me da igual quién mande en España, el PSOE o el PP. Voy a seguir reclamando aquello que es justo para la Comunitat» y poder atender las necesidades de los valencianos, aseguró Fabra.

Sin embargo, Torres le instó a buscar «aliados y complicidades» para conseguir la reforma del sistema de financiación, y lamentó que Fabra «no logra convencer» al líder de su partido, Mariano Rajoy, de que esta Comunidad necesita una mejora.

«El señor Montoro no es nadie. Usted es el president de la Generalitat, y no tiene que estar perdiendo el tiempo con Montoros», aseveró Torres, quien le ha conminado: «Plántese delante del presidente del Gobierno; nos están chuleando, y no nos pueden seguir chuleando».

El portavoz socialista le instó además a reclamar de forma «valiente» la deuda histórica, igual que han hecho otras autonomías.

Otro de los puntos de debate fue la reforma del Estatuto de Autonomía, sobre la que Fabra ha dicho que, en la referida a la rebaja del número de diputados, parece que los socialistas «no están por la labor», pues su «silencio» al respecto hace que no se sepa «si sienten o padecen».

Además, insistió en aunar esa reforma con la referida a las inversiones del Estado, ya que toda reforma conlleva la celebración de un referéndum en la Comunitat, cuyo coste aproximado sería de 8 millones de euros.

Torres sepreguntó «qué son 8 millones frente a los 500 millones» que recibiría la Comunitat con la reforma estatutaria sobre las inversiones del Estado, y destacó que la rebaja en 20 del número de diputados supondría un ahorro de un millón de euros, cuando la Ciudad de a Luz lleva dos años sin actividad y su equipo directivo cobra un millón al año.

También indicó que cada una de las tres ediciones de la regata Volvo ha costado 7 millones de euros, que el contrato programa de Metrovalencia supone 37 millones al año, o que el Open de tenis de Valencia ha costado 15 millones en cuatro años.

Para Fabra, los socialistas evidenciaron que han «tocado fondo» y les alertó de que ahora que «las cosas empiezan a ir mejor» no les va a valer su discurso «catastrofista», mientras que Torres ha calificado de «brindis al sol» las propuestas del president y ha lamentado que actúe «a la contra» ante cada crítica.

 

 

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