Un ocupa accede a la antigua fábrica, parcialmente calcinada esta semana. Foto de Cercle Obert.

Ocupas y expertos en Patrimonio campan por Bombas Gens

«Los ocupas nunca se han ido, incluso durante el incendio». Vecinos de Bombas Gens, en Benicalap, explican a VLC News cómo fueron testigos del incendio que calcinó parte de la antigua fábrica junto a la fachada recayente a la Avenida Burjassot, único elemento que gozaba de protección.

El suceso ha removido la «indignación» del barrio que ha perseguido durante largo tiempo, junto a varias entidades, la restauración y recuperación patrimonial de al menos parte del inmueble. Además de la «gran pérdida para la ciudad, ya que tras las tres horas de llamas de la pasada noche del martes también se va parte de nuestra historia, concretamente el último ejemplo del Art Decó en la ciudad», subyace un resquemor: «¿Que van a construir un hotel? ¿Para qué?».

Estos son algunos de los comentarios expresados a pie de calle, en las inmediaciones del antiguo complejo industrial. Para tratar de esclarecer las causas la asociación Cercle Obert de Benicalap ha solicitado una inspección de Bomberos, y otras dos a la Policía Local y la Científica. Pero por si no fuera poco, «hoy una compañera de nuestra asociación, doctora en Arquitectura y experta en Patrimonio Industrial, realizará su visita de inspección para evaluar los daños».

Según el Ayuntamiento, la afección no ha sido grave en la fachada principal, dotada de cierta protección (no se le brindó la de Bien de Relevancia Local en 2003), a diferencia de la cubierta a dos aguas que ha quedado destruida. Cercle Obert, sin embargo, insiste en que las llamas fueron suficientes para «reventar las piedras y ladrillos». La asociación está dispuesta a demostrarlo y también a depurar responsabilidades y ha acudido a la Fiscalía Provincial de Valencia para denunciar «la desidia durante décadas de las administraciones».

No es la primera vez que se produce la incursión de miembros de Cercle Obert al recinto estos días. En la tarde del miércoles su presidente, Antonio Marín, accedió al recinto pretendiendo con ello demostrar «que cualquier persona puede acceder a la antigua fábrica, que no se ha desalojado a nadie antes, durante ni después del incendio».

De hecho, los documentos gráficos con los que cuenta son aplastantes, grupos de personas, basuras, mascotas y electricidad sigue pinchada

«Esto sigue siendo un peligro«, indicaba una vecina en la tarde de ayer frente al edificio. El Consistorio ha afirmado que se ha solicitado a los dueños que a finales de esta semana que tomen medidas para asegurar el edificio y evitar nuevos sucesos.

Al parecer existe un vacío de información respecto a la titularidad, en manos de una entidad bancaria y sin cara visible hasta que no se pueda producir la venta del edificio. Pero esto no ha sido obstáculo para que el Ayuntamiento reciba una solicitud de licencia ambiental al servicio de actividades.

Los comentarios están cerrados.

Ir arriba