«No puedo prometer que no cometeré equivocaciones, pero sí reconocerlas, decir la verdad y escuchar» ha señalado este martes la vicepresidenta y consellera portavoz, de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, tras asumir sus nuevas responsabilidades. Para Oltra su objetivo es «facilitar la vida de la gente» y crear «una sociedad justa».
El traspaso de poderes se ha celebrado en el Palacio Valeriola y de mano del exconseller de Sanidad Manuel Llombart y ha aprovechado para agradecerle que se haya «facilitado el cambio en esta etapa de transición».
A partir de ahora, ha asegurado que «las puertas de esta casa, tal y como están hoy, siempre estarán abiertas para todos» y que «la palabra y el diálogo», que es su «bandera más querida» será su «arma de trabajo de todos los días».
«Es la vacuna para todos los males que a veces han afectado a las personas que no ejercieron el poder desde la horizontalidad que da la feminidad», ha esgrimido Oltra.
Además, la vicepresidenta del Consell ha defendido su política como una política que «alimente una sociedad libre, diversa y alegre» en la que «todas las personas sean conscientes del gran valor que aporta la diferencia, aquel o aquella que no es, no piensa, no quiere igual que uno mismo».
Para ello ha reclamado «la complicidad» de la sociedad civil, de los medios de comunicación y «sobre todo de los trabajadores públicos que en un momento de situaciones política y económica tan difícil se han convertido en el mayor valor que tenemos los valencianos para sacar adelante nuestra tierra».
La vicepresidenta y consellera ha tenido también palabras de agradecimientos personales para los hombre y mujeres que en los últimos años han trabajado con ella. Oltra ha cerrado su discurso en memoria de su padre, al que ha recordado muy emocionada «Juntos habíamos soñado ese día muchas veces».