Piden repetir el pleno extraordinario del Marítimo

 

 

La polémica sobre la celebración de las juntas de distrito, el pasado 9 de diciembre, sigue coleando esta semana. Vecinos del barrio del Cabanyal hiceron público este lunes que un grupo de ellos hicieron un escrito de protesta a las puertas de la sede donde se celebró la cita, ya que no se les permitió la entrada por aforo completo. 

Alrededor de un centenar de personas quedó sin opciones de participar, ya que «pese a haber solicitado trasladar la junta extraordinaria al Ateneo Marítimo del Cabanyal previendo la gran cantidad de gente que acudiríamos, no se nos concedió», apuntaron. 

En este sentido, a las quejas por la convocatoria de los plenos ordinarios a las 16 horas y el extraordinario en la misma fecha a las 17 horas, en la mayoría de distritos exceptuando el Marítimo, que se fijó a las 19 horas, se suma ahora la de la limitación del aforo. Las asociaciones vecinales concluyen que todo se debe a una «maniobra para limitar la participación del ciudadano».

Como ya hemos venido informando, el pleno extraordinario del Marítimo se centro en el Cabanyal exclusivamente, debido a la recogida de firmas que hizo el vecindario. Con ello, el resto de barrios del distrito qudaron fuera de la participación y algunos de ellos declinaron participar incluso del ordinario por no sentirse representados. La asociación de vecinos del Cabanyal-Canyamelar animó a estos a pedir un pleno extraordinario propio, para tratar los problemas que consideren necesarios dentro del debate de estado correspondiente y que no tuvo lugar. 

Ahora, esta iniciativa cobra más fuerza, con la redacción del documento de queja de los asistentes y no participantes del último debate extraordinario del Marítimo y la firma popular del mismo para entregarla al Ayuntamiento. 

Con todo, la Federación de Vecinos sigue en el empeño de solicitar en la futura reunión con el Consistorio que vele por la participación del ciudadano, propiciando horarios de juntas de distrito que faciliten la asistencia y abrirse al debate. A este respecto, otra de las quejas generalizadas entre los barrios es la falta de oportunidad de turno de palabra por parte de los vecinos y de predisposición de los concejales a responder en directo.

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