La Casa Natalicia de Sal Luis Beltrán pide un rescate a gritos. Degradada y con redes antidesprendimientos en su fachada, llama la atención al paso de ciudadanos y visitantes. Se trata de un Bien de Relevancia Local con categoría de Monumento de Interés Local y cuenta con ficha del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Ayuntamiento de Valencia. Pero es un bien privado, del que es titular el también propietario del colindante Palacio de Escrivá.
La asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural ha solicitado formalmente tanto al Consistorio como a la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte que insten «inmediatamente» los propietarios, Serra Álzaga, a iniciar las «obras de rehabilitación, conservación y puesta en valor de este ruinoso inmueble». También a proceder con las sanciones «por mantener este BRL en situación de degradación, abandono y ruina».
En esta línea ya se pronunciaba el grupo Compromís el pasado mes proponiendo al propietario a restaurar el inmueble para que pueda acoger su colección de arte en lugar de prever una ampliación del palacio con la destrucción de las caballerizas.
Ramón Serra de Álzaga es el promotor del proyecto de demolición de las caballerizas que adquirió hace 14 años. Sin embargo Urbanismo ha asegurado que no se descatalogarán y deberán ser incluidas en el palacio, gozando de su protección. La intención del promotor era alzar un edificio nuevo de hasta cuatro plantas para unirlo al Palacio de Escrivá.