Polémica por la prohibición de lanzar fuegos en la Plaza del Ayuntamiento. El Ayuntamiento de Valencia, de la mano de su concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset -Compromís-, anunció ayer la suspensión del espectáculo de pirotecnia que tenía preparado con motivo de la celebración de la fiesta de Fin de Año que este año se organiza en la Plaza del Ayuntamiento.
La prohibición de lanzar este tipo de fuegos artificiales, los típicos ‘castillos’, proviene de la Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana, institución encargada de otorgar los permisos en estos casos, y responsable de examinar y garantizar la seguridad de los asistentes a los mismos. El máximo responsable de la Delegación, Rafael Moragues, explicó que la prohibición se debía a motivos estrictamente de seguridad al no cumplir el espectáculo, según los técnicos, las normas que regulan este tipo de eventos.
El lanzamiento de los fuegos estaba previsto que se hiciera desde el mismo Ayuntamiento, algo que según Rafael Moragues incumple la normativa vigente, que indica que el lanzamiento se ha de realizar a 10 metros de cualquier edificio, y a 25 del público en general. Por su parte, el concejal nacionalista no dudó en añadir una dosis de victimismo y política al asunto al afirmar que la actuación de la Delegación de Gobierno se trata de una ‘revancha política’ y de ‘censura y ataque a la democracia’.
De este modo, la fiesta seguirá sin el disparo de los fuegos pero con la presencia de tres dj’s en el balcón del Ayuntamiento y un espectáculo de láser sobre la torre principal del edificio gubernamental.
Otros grupos políticos, en este caso Ciudadanos, se mostraron partidarios de la decisión adoptada por la Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana, y aseguraron sus portavoces a nivel municipal que entienden la medida adoptada y la valoraron como ‘lógica y coherente’.