Puig pide alternancia higiénica en la Comunitat

El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, considera fundamental una «alternancia higiénica» al frente del Gobierno de la Comunitat Valenciana en las elecciones autonómicas del próximo año ante la «mascletà» de casos de corrupción protagonizados por dirigentes del PP.

«Para que pasemos página sólo hay una posibilidad, y es la alternancia higiénica», ha explicado a Europa Press Puig, quien cree que el PP «ha hecho mucho daño» a la Comunitat Valenciana con la sucesión de escándalos de corrupción en los que se han visto envueltos algunos de sus dirigentes, como el ‘caso Brugal’ sobre recogida de basuras en la provincia de Alicante, el ‘caso Nóos’ o el relacionado con el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra, quien próximamente entrará en prisión.

El dirigente socialista, miembro de la nueva Ejecutiva de Pedro Sánchez, cree que la reputación de la Comunitat Valenciana «ha caído» durante los últimos años porque «sus dirigentes han ensuciado su imagen», dejando «una hipoteca enorme» a sus ciudadanos.

«No es el caso Gürtel, Nóos, Fabra o Brugal, el problema es que ha habido un caso PP», insiste advirtiendo de los «enormes costes» que esto tiene para la comunidad, tanto económicos como sociales y de imagen. «Hay que pasar página, no puede ser que la agenda política valenciana esté durante años contaminada por los casos de corrupción del PP», ha reivindicado el que aspira a presidir la Generalitat tras los comicios de mayo de 2015.

Como ejemplo ha puesto los casos de dos dirigentes ‘populares’ que siguen en sus puestos pero cuya imagen es «muy lamentable», como son la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada por varios delitos, o el presidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino, quien en una de las piezas del ‘caso Gürtel’, la Policía cree que era el «elemento nuclear» en la organización de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia dentro del V Encuentro Mundial de las Familias en julio de 2006 y le considera el «responsable último» en la toma de decisiones.

RESPONSABILIDADES POLÍTICAS ADEMÁS DE PENALES

Para Puig, estos casos demuestran que los responsables públicos deben asumir responsabilidades políticas más allá de las penales o jurídicas. «Cualquiera que oiga los obscenos comentarios respecto al urbanismo entre la alcaldesa de Alicante y el conocido empresario –Enrique– Ortiz, es más que suficiente para que en un país democrático presentara su dimisión», ha sostenido.

Y lo mismo sobre el presidente de las Corts Valencianes, a quien atribuye que la visita de Juan Pablo II pase a la historia como «una gran operación de corrupción». «Apelando a sus más íntimas convicciones, creo que debería confesarse públicamente y ejercer la penitencia colectiva», ha animado.

En esta situación, el líder de los socialistas valencianos insiste en que «lo peor que le puede pasar a la Comunidad Valenciana es que continúe el PP», y por eso cree que en los próximos meses se irá fortaleciendo «una alternativa progresista impulsada por el PSOE», un partido que aspira a ser «mayoritario» y ganar las elecciones.

«Va a haber alternancia higiénica y un programa serio, solvente y riguroso de gobierno –ha dicho convencido Ximo Puig–. Yo creo que la mayoría de los valencianos quieren pasar página y nosotros vamos a hacer todo nuestro esfuerzo para que el PSOE pueda gobernar con solvencia este tiempo».

BUENAS RELACIONES ENTRE LA OPOSICIÓN «POR NECESIDAD VITAL»

Además, ve posible entenderse con los demás partidos que logren representación en las Corts con el objetivo de hacer «un nuevo proyecto de comunidad». Puig ha confesado que existen «buenas relaciones» entre los partidos de la oposición, aunque ha reconocido que es «casi por necesidad vital» ante la «dictablanda» ejercida por los ‘populares’ durante los últimos años.

«Es verdad que esto ha provocado un cierto nexo de unión entre todos aquellos que queremos que la democracia valenciana y el autogobierno vayan hacia delante», ha profundizado dejando claro sin embargo que el PSOE aspira a formar un gobierno «sólido» y ser el partido mayoritario en las elecciones.

Frente a esta situación, ha señalado que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, está aún pendiente del «dedazo» del presidente de su partido, Mariano Rajoy, para saber si optará a la reelección.

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