El tweet que una profesora valenciana envió al eurodiputado Andrés Perelló ha sido el causante de que 80 alumnos de 1º y 2º de Bachillerato del centro concertado Esclavas de María de Valencia hayan conversado con Perelló en una charla de dos horas en la que el parlamentario europeo ha explicado este viernes en qué consiste su trabajo, su sueldo, ha hecho un análisis de las elecciones europeas y ha dado matices a asuntos internacionales que salpican a todo ciudadano.
23 de los alumnos cursan una asignatura optativa en 2º de Bachillerato que se llama ‘Unión Europea’ y su profesora, Natalia Olmo, consideró que sería conveniente que alguien que trabaja en el Parlamento les hablará de cómo es en realidad la vida del político de Bruselas, “le hice la propuesta a Perelló en su perfil público de Twitter y aceptó, no me lo podía creer. No buscaba la polémica bipartidista porque con eso no aprenden los alumnos y lo que interesa es que ellos tengan su propio criterio y sean conscientes de que es importante votar”, apunta la docente.
Perelló que ha asegurado que “votar es un acto de dignidad humana” ha invitado a que los estudiantes, muchos de ellos lo harán por primera vez, acudan a las urnas el próximo 25 mayo, día en que se celebrarán los comicios europeos en España. “Las elecciones europeas costarán 3 céntimos por habitante europeo”, explicaba Perelló quien también ha insistido que el ciudadano “debe pedir la transparencia de la clase política. Si sois de los que piensan que todos los políticos son iguales, exigid que cambien”, reiteraba el parlamentario al tiempo que expresaba que “la Unión europea está detrás de vuestra educación, de la ropa que lleváis…”.
Los alumnos, atentos a las explicaciones de un Perelló claro y cercano, se han mostrado preocupados por la polémica existente en torno a las becas Erasmus o por la problemática actual de Ucrania.
Perelló les ha inculcado valores importantes como el esfuerzo, la lucha por el medio ambiente y les ha desmitificado el concepto que muchos tenían del político alejado del ciudadano.
Foto: Esclavas de María