«Una vergüenza». Este es el comentario que se repite dentro y fuera del Juzgado de Guardia de Valencia. Ya son casi cinco los meses que tiene como puerta una plancha de madera, día y noche. Además del frío que traspasa las rendijas, se cuela la inseguridad en el recinto, para funcionarios y ciudadanos.
Se cumplen cinco meses desde que una mujer la tomara con la puerta tras la detención de su pareja. Ante la falta de actuación de la Conselleria para reponer la puerta, operarios de la casa procedieron a colocar este ‘parche’. Se produce «un despilfarro energético» ya que la calefacción se escapa y los tabajadores y visitantes se ven obligados a no poder dejar el abrigo a un lado, especialmente los policías que deben permanecer pegados a la entrada, controlando las entradas y salidas.
La indignación entre los funcionarios crece cada día ya que, según explican, «la puerta podría haberse sustituido por cualquier otra de las que existen exactamente igual en otros puntos del edificio» y de las cuales se podrían prescindir. Así, esta situación prolongada en el tiempo responde a «una inactividad consciente de la Conselleria de Justicia, que mira hacia otro lado».
Esta incidencia se suma a la larga lista de las denunciadas por los sindicatos, relativas a las deficiencias del edificio y la inseguiridad en diversos puntos. Sin ir más lejos, en la misma entrada se han desprendido baldosas de la fachada y un cono alerta a los visitantes del punto para evitar más caidas, tanto de materiales como de personas.
Hace tan solo unos días se iniciarons las tareas de reparación de los socavones en la rampa de salida del garaje de la Ciudad de la Justicia, una auténtica reivindicación sindical. Los funcionarios esperan que el siguiente paso sea poner solución a esta puerta que, en sí misma, dicen, «es de juzgado de guardia».