300 viticultores exigen en el pago de los 8 millones de deuda

Unos 300 viticultores de la Comunitat Valenciana se han concentrado este miércoles ante el Palau de la Generalitat para exigir el pago de los 8,3 millones que se les adeuda, así como medidas contra «la ruina del sector» por «unos gobernantes acomodados».

   La manifestación, convocada por La Unió, ha salido desde la plaza de la Reina tras una pancarta en la que se leía ‘Viticultores arruinados, gobernantes acomodados’, y ha terminado en las puertas de la Generalitat, donde al grito de «Fabra, dimisión» y «ladrones», ha terminado con la lectura de un manifiesto por parte del periodista Luis Ibáñez en el que exigían «soluciones ya».

El secretario general de La Unió, Ramón Mampel, ha lamentado, antes de entregar en el registro el manifiesto con sus peticiones, que mientras los viticultores «luchan con dignidad», el Gobierno valenciano «ni tiene la dignidad de recibiros». «Os está dejando morir poco a poco y es impresentable que no se siente ni a hablar», ha recriminado.

Así, ha reprochado que al Gobierno de Alberto Fabra «se le llene la boca» con la importancia del campo valenciano cuando trata de forma «miserable» a los agricultores. Por ello, ha advertido de que continuarán con las reivindicaciones y harán llegar este manifiesto «donde haga falta, Europa, el Ministerio y la Generalitat».

Entre los manifestantes, que han concluido la protesta con una pitada de varios minutos, se encontraban dando su apoyo la diputada de EU Esther López y el secretario general de Compromís Enric Morera. Los agriculores han llegado en autobuses desde toda la Comunitat.

MANIFIESTO

Así, en el manifiesto se señala que «la política especulativa» de las grandes bodegas y permitida por las Administraciones Públicas, junto a la importación «masiva e incontrolada» importación de vino procedente de países terceros o la entrada de vino procedente de otras zonas del Estado, ha provocado que «muchas de nuestras bodegas estén llenas y se den las condiciones ideales para que los especuladores, que durante años han arruinado el sector, se encuentren con la situación perfecta para continuar haciéndolo».

Además, señala que mientras que «tenemos una Generalitat morosa», con una deuda de 8,3 millones, se exige a los agricultores que paguen las suyas y que trata a los profesionales viticultores «de forma miserable».

Por ello, La Unió reclama la elaboración y publicación de aforos vitícolas para, en función de la campaña, establecer medidas correctoras como, por ejemplo, la cosecha en verde, además de un incremento de los controles a los vinos importados de países terceros.

Asimismo, pide establecer una ordenación territorial vitivinícola en base a la realidad productiva de cada zona y que ponga en valor las especificidades de cada una de las  zonas productivas, evitando el conflicto entre denominaciones de origen vínicas y adaptarlas a la filosofía de la normativa comunitaria.

Además, exigen el pago de las ayudas pendientes por parte de la Generalitat, y contempladas en el Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valencia, por parte de la Generalitat, así  como que se establezca normativamente un período de pago obligatorio de las ayudas públicas y se convoquen las ayudas de primera instalación, planes de mejora e indemnizaciones compensatorias del período 2014-2020.

También pide una modificación de la normativa que discrimina a los viticultores profesionales en las ayudas a la reestructuración y reconversión de la viña y unas tarifas eléctricas adecuadas al sector agrario porque las actuales impiden la viabilidad de las explotaciones.

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