Cuando pensamos en una vela se nos viene a la cabeza muchas funcionalidades pero quizás, la más recurrente es la de su uso para alumbrar. Antes de la llegada de la electricidad los hogares se iluminaban con el candil y la vela, con la llegada de la energía eléctrica los cereros se centraron en suministrar el alumbrado para el culto y las fiestas en las iglesias. Ahora, la cerería se reinventa y rompe con la idea de que las velas son sólo para actos religiosos y se mete en nuestros hogares para ‘dar calor’ y generar ambientes de relax y tranquilidad.
En la Comunitat contamos con varias empresas familiares que se dedican a la cerería. La mayoría de ellas se aglutinan en la zona de la Vall d´Albaida, conocida por su tradición artesanal cerera, pero en Valencia capital y alrededores también hay empresas dedicadas a la realización de velas. Este es el caso de Cirios Felipo, que tiene su fábrica en Tavernes Blanques y una pequeñita tienda en el centro de la ciudad, muy próxima a la Basílica. Hasta ella peregrinan muchos valencianos en busca de la vela idónea para sus celebraciones, actos, festividades, ofrendas o veladas especiales.
“Aquí puedes encontrar todo tipo de velas, desde ‘abrecaminos’ hasta velas para procesiones o actos falleros -nos comenta Juan José Felipo Martí, la cuarta generación de esta casa valenciana dedicada a la cerería- Velas del color que quieras, de mil formas distintas, con olor y sin olor, de mecha larga o corta, de interior o exterior…como ves ¡tenemos de todo! De la candela al Cirio Pascual”.
Y es que el mundo de la cerería ha avanzado mucho desde que su bisabuelo llegará a Valencia procedente de Aragón y, tras trabajar varios años en una cerería de la zona, decidiera fundar, en 1912, Cirios Felipo. Aunque ya ha llovido mucho desde entonces, en esta tienda de velas presumen de seguir realizando sus productos de manera artesanal “pese haberse adaptado a los tiempos”.
La iglesia, los ‘santeros’ y las falleras
La principal fuente de ingresos de las tiendas de velas sigue siendo la iglesia católica. Las candelas iluminan altares o pulpitos y los fieles encienden velas para pedir deseos a los santos. Aunque ahora, debido a que hay que cuidar el entorno donde se encienden, tienen que adaptar sus productos para que el humo de las velas no estropee los techos y frescos de las iglesias por lo que se usan ceras liquidas e incluso cirios que se encienden con bombillas. “Nos adecuamos a los nuevos tiempos, incluso en la casa del Señor” comenta entre risas el cerero.
Aunque la iglesia y el culto sigue siendo su gran público nos comentan que en los ultimos años ha crecido el número de ventas a ‘santeros’ y personas que practican rituales ‘mágicos’. El esoterismo va ganando terreno en la compra de velas incluso a la Santa Iglesia. “Nos piden velas de colores, con formas e inciensos. Cada vez más gente viene pidiendo velas para rituales para atraer el dinero, el amor, el trabajo… La gente cada vez es más mística y mediante el uso de las velas intenta atraer las ‘buenas vibraciones’. Los ‘abrecaminos’ tienen mucho éxito, estas velas recogen siete colores, que van del blanco al verde. Cada color tiene un significado, atrae a una cosa. Por ejemplo el verde es la esperanza, el azul sirve para los estudios, el rojo para el amor…”.
Por otro lado, muchas de las velas que salen de esta tienda son para cofradías, clavarios y clavariesas y, en marzo, para las falleras. En este caso estamos hablando de cirios más elaborados y que en muchas ocasiones se realizan por encargo. “Las falleras quieren que el cirio sea del color de su traje o que en la empuñadora tenga una imagen de la Virgen de los Desamparados, por ejemplo. Además, este tipo de encargos suelen hacerse de velas con bombillas, el cirio en sí si que esta realizado en cera pero no los encienden, por no mancharse o quemar a sus compañeras. Generalmente son velas que se hacen para ese día y para guardarlas como recuerdo, si fueran de cera se derretirían”.
“Es un mercado más especial, porque buscan velas distintas. Más elaboradas con decoraciones de flores de colores e incluso con mangos con imágenes de la Virgen o algún santo especial”.
Las velas decorativas también son muy populares
Hemos hecho un repaso por las velas religiosas, las utilizadas para atraer la buena suerte o para actos relacionados con el esoterismo y también por las fiestas populares de nuestra región, como las fallas o clavarios. Pero el mundo de la cerería también se ha introducido en restaurantes, hoteles e incluso en nuestros hogares. Las velas decorativas, con olores o para ahuyentar a insectos también son muy populares. «Las velas son excelentes energizantes, y en cualquier habitación, su energía positiva revitalizará la atmósfera del lugar».
El aura que genera la luz de las velas en muchas ocasiones viene asociado con la tranquilidad y el relax. Con este fin muchas personas decoran sus hogares con cirios. “Las velas son un gran compañero para momentos de fiesta y de pareja” nos comentan desde Cirios Felipo.
“Mucha gente viene buscando una velas de colores cálidos para decorar mesas y habitaciones y generar un aura de romanticismo o festividad. Las velas ‘hablan’ mediante su luz».
Además, muchos hoteles y restaurantes decoran sus estancias con velas y velones. No hay nada más novelesco que cenar en un buen restaurante a la luz de las velas con tu pareja y de ello se han dado cuenta muchos locales que basan su decoración en la cerería. “Nosotros somos proveedores de muchos restaurantes de Valencia que semanalmente nos piden velas”.
Una cena a la luz de las velas, una piscina decorada con velas flotantes, plegarias y ruegos a los santos, misticismo y ofrendas o parte de la tradición de una festividad. Las velas forman parte de muchos momentos de nuestra vida en los que ellas ‘nos dan la luz’. Solo hay que saber elegir el cirio correcto para cada ocasión. Rojo, verde o amarillo. Con olor a jazmín o cítricos. Redondas, cuadradas o con forma de corazón. Las velas tienen el ‘poder’ de seducirnos con su luminosidad.