La Comunitat Valenciana es la tercera región autonómica con menos gasto sanitario por habitante, lo que significa que, aunque el presupuesto de sanidad de la Generalitat ha aumentado un 7%, los valencianos y valencianas están «a la cola de la inversión sanitaria».
Así lo ha señalado el President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, después de reunirse con la consellera de Sanidad y Salud Pública, Carmen Montón, y el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, para hacer un balance de los resultados de las medidas adoptadas por la Conselleria de Sanidad Universal y de las líneas de trabajo para los próximos meses.
El jefe del Consell también ha anunciado que el Ejecutivo valenciano desarrollará en los próximos meses el Plan de Calidad, Equidad y Eficiencia para garantizar «la mejor calidad posible de asistencia a los valencianos y valencianas, con el menor coste posible en los Presupuestos de la Generalitat de 2017».
En esta línea, la primera «exigencia básica» para el Gobierno valenciano en materia sanitaria es «promover la eficiencia y, al mismo tiempo, continuar exigiendo al Gobierno de España hasta el último minuto un sistema de financiación autonómico justo», han indicado el President de la Generalitat y el conseller de Hacienda, Vicent Soler. «Para garantizar un sistema sanitario público potente, vigoroso y de futuro tenemos que ser conscientes de la realidad económica y ver cómo se puede mejorar cada día la eficiencia», ha asegurado Puig.
En este contexto, el jefe del Consell ha destacado que es importante poner en valor el «giro social» de las políticas de la Generalitat, especialmente en el ámbito sanitario. «Comenzamos por la universalización de la sanidad, seguimos con la eliminación de los copagos farmacéuticos y vamos a continuar con una mejora en la cartera sanitaria; todo ello en una situación de extrema dificultad», ha declarado Puig.
Asimismo, el President ha querido mostrar su orgullo por el el sistema sanitario público valenciano y ha agradecido a los profesionales de la sanidad su esfuerzo cotidiano. Sin embargo, ha matizado que para tener un sistema sanitario «cada vez mejor y que se consolide todo lo avanzado», se necesitan unas bases económicas «vigorosas y claramente sostenibles en el tiempo».