La dimisión de Esperanza Aguirre intensifica la presión para que Rita Barberá se retire. Esperanza Aguirre ha dimitido como presidenta del PP de Madrid por «responsabilidad política in eligendo» al nombrar como secretario regional del partido a Francisco Granados e «in vigilando» al no controlar las supuestas irregularidades que se han publicado en los últimos días en los llamados ‘papeles de Granados’. «En estos últimos días hemos conocido noticias de indiscutible transcendencia sobre el Partido Popular de Madrid. Son noticias que habrá que confirmar y calibrar”.
La decisión de Aguirre en Madrid ha hecho surgir voces en la Comunitat Valenciana que piden la cabeza de Rita Barberá, como ya viene ocurriendo desde que se destapara la trama de blanqueo en la sede de la calle Quart. El secretario adjunto del Grupo Socialista en el Congreso y diputado por Valencia, José Luis Ábalos, ha asegurado que la dimisión de Esperanza Aguirre como presidenta del PP de Madrid «deja en evidencia» a la exalcaldesa de Valencia y actual senadora, Rita Barberá, que «se niega a asumir responsabilidades políticas» por el caso Imelsa, en el que están investigados 34 miembros del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia por blanqueo de capitales.
Ábalos ha señalado a través de un comunicado que Aguirre «le enseña el camino a Barberá», pues «su única salida es dimitir». La presidenta de los populares de Madrid ha presentado su renuncia por «responsabilidad política», tras las últimas informaciones aparecidas en los últimos días acerca del partido madrileño y una supuesta financiación irregular y después de que el pasado jueves la Guardia Civil registrara el despacho del exgerente Beltrán Gutiérrez.
«Aguirre ha respondido a este hecho y dos días después de los registros ha anunciado su dimisión, mientras Barberá se enroca en el Senado para obstaculizar la labor de la justicia», ha criticado Ábalos.
El dirigente socialista ha señalado que Rita Barberá prefiere «no dar la cara y esconderse, por más que su posición sea cada vez más débil», incluso «a pesar de que Rajoy la haya blindado al situarla como miembro de la Diputación Permanente de la Cámara Alta, probablemente por miedo a que cuente todo lo que sabe», ha apostillado.