La siempre complicada gestión en la Conselleria de Sanidad, al frente de la cual se sitúa la socialista Carmen Montón, sigue dando que hablar. En este caso, ha sido la Secretaria Autonómica de Salud Pública, Dolores Salas, quien presentó en el día de ayer su dimisión tras conocerse días atrás el contrato de su hija para la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio). A pesar de su dimisión, Salas quiso destacar que no se trata de un reconocimiento de ninguna culpabilidad, sino que cede en su puesto por no poder dedicarle el suficiente tiempo y empeño en las actuales circunstancias, en las que la ‘presión mediática’ ha crecido alrededor del polémico contrato.
Incluso la propia Conselleria de Transparencia detectó ‘irregularidades’, no sólo en el contrato de la hija de Dolores Salas, sino también en muchos otros del personal contratado con carácter temporal en la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio). La investigación sobre los procesos de selección se centra en la falta de visibilidad de los procesos seguidos para acceder a los puestos de trabajo y en la falta de información sobre los requisitos necesarios para poder optar al puesto en cuestión.
La dimisión abre una nueva brecha en el gobierno bipartito de la Generalitat, formado por PSPV-PSOE y Compromís, debido a los problemas que se están dando en la Conselleria de Sanidad, con diversos casos de supuestos favoritismos en esta área, siendo especialmente relevante el del nombramiento como gerente del Hospital La Fe de Valencia de una senadora del PSC.
Diferentes cargos de Compromís celebraron la dimisión de Salas, poniendo énfasis en el trabajo de la formación para evitar que cargos o políticos de su signo, se mantengan en sus puestos tras la apertura de investigaciones sobre posibles enchufismos.