La Fe participa en un estudio internacional que identifica una nueva causa genética de muerte súbita en cardiopatías

La Unidad de Trasplante Pulmonar del Hospital La Fe ha realizado 49 trasplantes en 2016

  • Supone un notable incremento respecto a 2015, donde se realizaron 36 intervenciones de este tipo
  • El trasplante pulmonar está indicado para pacientes con enfermedad respiratoria terminal sin otra posibilidad de tratamiento efectivo

La Unidad de Trasplante Pulmonar del Hospital Universitari i Politècnic La Fe ha realizado 49 trasplantes pulmonares, 3 de ellos cardiopulmonares, en 2016, lo que supone un notable incremento con respecto a 2015, en el que se realizaron 36 en esta unidad, que está acreditada como de Referencia Nacional (CSUR) desde el año 2009.

De estas 49 intervenciones, 3 han sido a pacientes menores, de entre 4 y 13 años. El aumento no ha sido sólo cuantitativo, sino también cualitativo, ya que tal y como ha destacado Gabriel Sales, responsable de la unidad, «hemos mejorado todo el proceso y, con ello, la supervivencia de los pacientes que trasplantamos. Además, al aumentar el número de trasplantes también mejoramos las expectativas de vida de las personas que esperan un órgano».

Como en todas las operaciones de trasplantes, el éxito sanitario se fragua gracias a un trabajo riguroso por todo el equipo de trasplante en el que intervienen tanto especialistas en Cirugía Torácica como en Neumología del Trasplante, en Anestesiología y Reanimación, Fisioterapia y Rehabilitación, Enfermería de quirófanos y planta de hospitalización, la Coordinación de Trasplantes y todos los servicios centrales del hospital.

Pero todo esto es posible gracias a la solidaridad de las familias que optan por la donación de órganos. «España es líder mundial en generosidad. Prácticamente apenas hay negativas familiares en la donación de órganos y la gestión de la misma se hace forma eficaz y rápida», ha destacado Sales.

Hace unos años, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) puso en marcha el Plan Donación Cuarenta, que a través de una gran campaña de sensibilización y gestión sanitaria buscaba conseguir la tasa de 40 donantes por millón de habitantes, la tasa más alta a nivel mundial, que suponía a efectos reales unos 1.800 donantes anuales en todo el país.

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