(0-0) Hércules-Girona: El punto de pena ante el colista

Decidido. El Hércules prefiere sufrir. Se acabaron las cuentas y los sueños de grandeza. El grupo de Quique Hernández no es de fiar ni ante el colista y su horizonte no puede ser otro que vagar por la categoría hasta atrapar la permanencia.

En el día que más ilusión había despertado entre la hinchada, el Hércules firmó uno de esos partidos que echan a la gente de los estadios y rompen carnets. Fue zarandeado por el colista, que acabó el partido bailando sobre el área herculana, y sólo la actuación de Aulestia y el palo evitaron una debacle mayor.

Parte de culpa la tuvo el entrenador, que resolvió mal la lesión de Peña en el primer acto. Realizó tres variaciones tácticas que despistaron a su equipo y dieron alas al Girona. Tuvo tiempo para rectificar, pero para entonces sus jugadores ya habían dimitido del partido.

La tarde comenzó con sorpresas. Finalmente, Falcón no estuvo bajo los palos, a pesar que desde el cuerpo técnico se daba por segura su presencia. El meta acaba de ser padre de gemelos y por lo visto la primera noche de sus hijos no fue la más tranquila de su vida, precisamente. La otra sorpresa fue táctica. Quique Hernández relegó al banquillo a Portillo, el único ariete puro con el que contaba, situando como referencia ofensiva a Eldin. Héctor Font también encontró acomodo en la medular, como enganche con el canterano.

Por detrás, y en zona de creación, apareció Javi Hervás como pareja de baile de Héctor Yuste. En teoría, el equipo alicantino ponía sobre el campo los jugadores más creativos y dinámicos para romper con toque y velocidad al colista. Pero nada de eso sucedió.

El Hércules arrancó bien el partido. Sin un nueve estático, el protagonismo fue para las bandas, muy activas, sobre todo la diestra, donde Ferreiro amenazó con un par de internadas y una estupenda acción personal que a punto estuvo de embocar a gol.

La lesión de Peña, que tuvo que abandonar el campo poco después del primer cuarto de hora, acabó por despistar al grupo alicantino. Quique Hernández cambió tres piezas para subsanar una avería. Dio entrada a De Lucas, que se situó como referencia en el ataque, entregando el carril defensivo a Sissoko y el ofensivo a Eldin. Una lesión de un defensa fue capaz de provocvar tres cambios tácticos, lo que desconcertó al grupo herculano de medio campo hacia adelante.

El Girona, que hasta entonces sólo se había limitado a defender, se animó a asomarse al área de Aulestia con un disparo cruzado de Ortuño. El partido decayó alarmantemente. El Hércules, desnortado por los cambios tácticos, no encontró la postura y el tiempo fue pasando para enfado de una afición que a la media hora comenzó a pitar algunas acciones desafortunadas de sus jugadores.

Yuste, Hervás y Font chocaban unos contra otros en la zona de creación y el Hércules, empeñado en tocar en zonas estériles, fue incapaz de hacer temblar a la línea de tres centrales diseñada por el Girona. Ningún jugador fue a más en su nueva posición y la suma de las individualidades empeoró al colectivo.

El regreso de los vestuarios deparó otra sorpresa. Portillo entró en el terreno de juego por De Lucas, inadvertido durante la media hora que estuvo en el campo. El riotmo del juego se aceleró y ambos equipos comenzaron a pisar las áreas. Ferreiro, el más activo de los herculanos, tuvo en sus botas la mejor ocasión, pero se le hizo de noche tras controlar el balón y su disparo lo atrapó sin problemas Becerra.

La réplica del Girona no se hizo esperar y entre Aulestia y Echaide abortaron una clara ocasión de Ortuño, en inmejorable posición para marcar. El Girona se lo creyó y asustó con un nuevo disparo de Bordás, despejado con apuros por Aulestia.

El partido transcurría por la nada cuando Hernández decició agitarlo con a entrada del japonés Sugi, pero el que se activó fue el Girona, que rondó el área de Aulestia con insistencia. Sólo la falta de puntería de los catalanes y el acierto del meta herculano evitaron el gol.

La cosa aún se puso peor cuando Hervás fue expulsado por doble amarilla a falta de 12 minutos. El Hércules acabó contra las cuerdas, zarandeado e indultado por un rival sin pegada. Jandro, ya en el descuento, envió el balón al larguero con Aulestia batido. No fue justo, pero el Hércules se encontró un punto. Un punto de pena.

FICHA TÉCNICA:

HÉRCULES: Aulestia; Ortiz, Echaide, Pamarot, Peña (De Lucas, minuto 17) (Portillo, minuto 46); Héctor Yuste, Javi Hervás, Héctor Font (Sugi, minuto 62); Ferreiro, Sissoko y Eldin.

GIRONA: Becerra; Iván López, Ramalho, Richi (Tato, minuto 84), Migue, Juanlu; Matamala, Timor (Jandro, minuto 77); Eloy, Gerard Bordás (Carmona, minuto 63) y Ortuño.

ÁRBITRO: Sagués Ozcoz. Mostró tarjetas amarillas a Echaide, Javi Hervás, Pamarot y Portillo por el Hércules, y a Eloy y Ortuño por el Girona. Expulsó a Hervás por doble amarilla en el minuto 78).

INCIDENCIAS: José Ricoo Pérez. (8.000 especradores).

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