Rivera y Sánchez, a la conquista de los valencianos. El presidenciable de Ciudadanos, Albert Rivera, y el candidato mejor posicionado para hacerse con la Presidencia -aunque todos sepamos que es bien difícil que lleguen a buen puerto las negociaciones para recabar los apoyos necesarios- el socialista Pedro Sánchez, han visitado la Comunitat Valenciana, aprovechando “el caloret” de las Fallas, parece ser que con finalidades distintas.
Mientras que Sánchez busca tener a Puig de su lado, de cara a disputas internas de los socialistas, y acercarse a Compromís, cuyos cuatro escaños y, por tanto, votos de investidura, están muy cotizados; Rivera quiere mejorar su imagen en la Comunitat Valenciana, dañada desde que decidiera presionar, precisamente, a Sánchez, mostrando la disconformidad de Ciudadanos a pagar la deuda histórica del Estado respecto a nuestra autonomía. Hecho que sentó como una patada en el estómago a la administración valenciana y al conjunto del pueblo valenciano.
Sin embargo, sea cual sea el motivo y objetivo político de la visita, que lo hay -a pesar de que Sánchez diga que es «disfrutar de las Fallas»- no dejan de parecernos oportunistas este tipo de acercamientos, teniendo en cuenta que el ‘Cap i Casal’, donde se han dado cita, está en plena semana grande, honrando a ‘La Geperudeta’ y a San José.
Por otra parte, nos emociona pensar qué habrán sentido ver las duras críticas que algunos monumentos falleros dedican a sus formaciones y a la clase política nacional, en general. La imposibilidad de consenso, debido a posturas peronalistas y partidistas, que más parecen buscar rédito electoral que la estabilidad y el bienestar de la ciudadanía, ha sido uno de los temas estrella en estas Fallas 2016. Más de una comisión ha pegado un toque de atención a Madrid, además de las ya habituales criticas políticas locales y autonómicas, y, por lo menos, no está nada mal que aprovechen y se hagan eco de lo que los valencianos pensamos de su ineptitud.