Hospital la Fe de Campanar.

330.000 vecinos piden revivir la antigua Fe

El séptimo departamento sanitario comprende todo el arco norte de la provincia de Valencia, poblaciones fuera de la ciudad y los barrios de Orriols, Torrefiel, Benicalap, Campanar, Nuevo Campanar y el río. En total, 330.000 ciudadanos que no cuentan con su hospital de referencia, la antigua Fe, a haberse ido desmantelando poco a poco hasta quedar con alrededor de 40 plazas para enfermos de larga estancia, crónicos y terminales.

Este martes tuvo lugar una reunión entre las diversas asociaciones de vecinos de los barrios implicados y la Comisión Cívica ‘Por un hospital digno’ para, entre otras cuestiones, recordar que este jueves tendrá lugar una nueva marcha por el barrio, como cada mes, y anunciar una gran movilización el próximo mes de febrero, cuando se cumplen tres años de los primeros pasos de cierre del recinto hospitalario. Será la manifestación número 30.

Ante las últimas declaraciones del conseller de Sanidad, Manuel Llombart, la plataformas y agrupaciones de residentes se han unido para mostrar su oposición a la desaparición del hospital, «puesto que miles de vecinos nos quedamos sin opciones de ser atendidos en el hospital que nos corresponde», explicaron desde la Comisión Cívica a VLC News.

10 líneas de bus en Campanar frente las dos de Malilla

Estas personas se ven obligadas a desplazarse hasta la Nueva Fe, «cuando en Campanar contamos con 10 líneas de autobús de la EMT, la línea 1 de Metrovalencia y la Estación de Autobuses a un paso para precisamente miles de ciudadanos podamos acceder al recinto hospitalario que nos corresponde.

Hay que tener en cuenta que muchas de ellas vienen de fuera de la ciudad y tanto a unos como a otros nos dejan desamparados y sin alternativa», continuaron. «Acudir a Malilla no tiene sentido, es dificultoso, sólo cuenta con dos líneas de bus con frecuencias de paso muy espaciadas y no nos soluciona nuestros problemas. Al contrario, los agravan», prosiguieron.

Propiedad del Estado y a la espera de reunión

Las entidades ciudadanas congregadas por la causa manifestaron su contrariedad ante las declaraciones «tan tajantes» del conseller frente «a la imprecisión de Fabra» sobre el tema. El primero insiste en que la demolición para dar una salida inmobiliaria y comercial a los terrenos, mientras el segundo dejó caer hace unos días que todavía están pendientes de una reunión con el Gobierno para tomar ninguna decisión al respecto. Se debe a que los terrenos son propiedad del Estado.

«No entendemos el porqué de ese mensaje de alarma hacia la ciudadanía que ve desaparecer las instalaciones día a día si todavía ni se ha producido esa reunión necesaria», afirmó Matías Alonso, portavoz de la Comisión Cívica. «Si querían conseguir una estampida ciudadana para que el abandono de las instalaciones fuera total, por su parte y por la nuestra, se han equivocado. Los ciudadanos vamos a luchar por ellas desde las manifestaciones y desde el diálogo», continuó. En esta línea Alonso explicó a este periódico que se «abre una nueva etapa» en que van a pedir reuniones para expresar su malestar y sus propuestas.

Un mapa sanitario y el peligro del amianto

Entre ellas está la creación de un «mapa sanitario» ya que, aseguran, «no existe a la vista de la improvisación y la falta de coordinación en declaraciones y decisiones políticas y administrativas». Se refieren tanto a que estos miles de habitantes, 170.000 de la propia ciudad de Valencia, se queden sin hospital de referencia en las inmediaciones.

También se refieren «al despilfarro que supone crear esa obra faraónica en Malilla, todavía por terminar y para la cual ya no tienen presupuesto, y dejar morir esta de Campanar», dicen. «Solo la demolición supone otro despilfarro ya que, además, las tareas deberían llevarse a cabo con sumo cuidado y metodología especializada porque uno de los materiales utilizados en la construcción fue el amianto y supone un auténtico peligro una demolición descontrolada para la salud de los vecinos», alertó Alonso.

Con todo, «alrededor de 2.000 profesionales se han ido a la calle y los locales cerrados en la zona, afectados por la muerte día a día de la antigua Fe se cuenta por decenas sólo en la Avenida de Campanar«, matizó el portavoz.

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