A buenas horas mangas verdes, que dice el dicho popular. Ya se ha aclarado la política en España, rapidísima ronda de consultas con el Rey y cambio de gesto en la cara de la mayoría de líderes políticos. Está todo listo, como si hubiera estado calculado y medido desde hace tiempo. Hay quién lo predijo, y si no miren al periodista Iñaki Gabilondo, lo clavó paso por paso. Ahora solo resta esperar. De desbloqueos va la cosa, porque no sólo el Gobierno de España ha visto la luz verde, y es que, dicen que las buenas noticias nunca vienen solas, y si son dos, mejor que mejor.
Nos estamos refiriendo, naturalmente, a la reactivación de las obras del tramo de AVE entre Valencia y Alicante, unas obras paradas desde hace tiempo y que tendrán un nuevo impulso gracias a la reactivación de las mismas. Qué duda cabe de que se trata de una reivindicación histórica de los valencianos. Vertebrar una comunidad alargada y abrupta ha sido el anhelo de muchos políticos y valencianistas a lo largo de los años. Una reclamación de justicia, pues no puede ser que cueste menos ir en tren a Madrid desde Valencia que a Alicante desde aquella misma ciudad.
Esperemos que el AVE entre Alicante y Valencia pronto sea una realidad, sin olvidar el Tren de la Costa, la línea de Cercanías que debería unir Gandía, Oliva y Denia, para cavar con años de aislamiento y embotellamiento de las carreteras de la comarca de La Safor.
Las soluciones llegan, aunque tarde. Como en las infraestructuras, la política es una carrera de fondo, en la que si bien no te puedes dormir, tampoco hace falta asaltar los cielos. El tiempo dirá si el PSOE se hunde y otros ascienden por castigo, o si por el contrario los socialistas tomaron la decisión correcta el pasado domingo. Alea iacta est.