Absuelven a los dos etarras acusados de asesinar a Broseta

La Audiencia Nacional ha absuelto por falta de pruebas a los etarras Juan Jesús Narváez Goñi e Itziar Alberdi Uranga del asesinato del catedrático y miembro del Consejo de Estado Manuel Broseta cuando acababa de impartir una clase en la Facultad de Derecho de Valencia el 15 de enero de 1992.

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal ha absuelto a la pareja de etarras, que fue detenida hace un año en México tras permanecer 22 años huidos, al considerar que no existen elementos incriminatorios suficientes para acreditar su participación en el atentado, al margen de la declaración policial prestada por el etarra Fernando Díez Torre, contra quien rechaza deducir testimonio por desdecirse en el juicio, como pedía la familia de Broseta.

De igual modo, los magistrados explican que los sujetos reconocidos en la Universidad por varios testigos no se corresponden con los acusados, a excepción del reconocimiento llevado a cabo por el etarra Fernando Díez Torre que no fue ratificado en el juicio y, por lo tanto, «carece de valor incriminatorio alguno».

En este punto, precisan que no se trataba de un «testigo directo», sino que relató en comisaría lo que «supuestamente los ahora acusados le habían contado». Díez Torre se desdijo en el acto del juicio y afirmó que había incriminado a Narváez Goñi y a Alberdi por presiones en dependencias policiales.

La sentencia remarca también que las huellas de los acusados aparecidas en diversos objetos hallados en un piso franco en el Levante carecen de valor al no haberse encontrado en objetos «directamente» relacionados con el asesinato. Además, resalta que las cartas incautadas a ETA no reflejaban de manera «concreta y precisa» la participación de los acusados en este atentado

La sentencia considera probado que la dirección de ETA dio instrucciones a miembros no identificados de sus comandos itinerantes para acabar con la vida de Broseta Pont por ser un objetivo «primordial» por su gran relevancia, «no solo como profesor de Universidad, sino también como miembro del Consejo de Estado, responsable de la Ley de Armonía de las Autonomías y miembro del Consejo de Administración» de varios bancos españoles. Dos individuos acabaron disparando un tiro en la nuca al profesor en la mañana del 15 de enero de 1992.

Los etarras Francisco Mújica Garmendia, José Luis Álvarez Santacristina y José Luis Urrusolo Sistiaga fueron condenados como inductores del asesinato de Broseta. La Audiencia Nacional les condenó en septiembre de 2003 a indemnizar con 800.000 euros a los herederos de la víctima e impuso sendas penas de 30 años de prisión a los dos primeros y otra de 28 años a Urrusolo Sistiaga.

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