La Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo alerta sobre el peligro que supone el uso de los llamados «globos de luz» o «velas flotantes» por lo que aconseja a los consumidores que no los adquieran ni los utilicen, puesto que pueden poner en riego la seguridad tanto de las personas como del entorno.
Procedentes de los países asiáticos, los también conocidos como «sky lanterns» son balones hechos de papel con una apertura en la parte superior e inferior en cuyo interior se coloca una pequeña llama. De esta forma, el aire caliente generado en su interior permite que se eleven provocando el efecto de «farolillos voladores» cuya trayectoria no está controlada.
La directora general de Comercio y Consumo, Silvia Ordiñaga, ha señalado que se trata de un producto «potencialmente peligroso que puede provocar quemaduras y lesiones diversas en las personas que se encuentran cerca, al no poderse controlar mínimamente su utilización». «A ello se suma el riesgo de incendio que implican por tratarse de una llama sin control alguno, especialmente en una zona de riesgo como es la nuestra, así como para los animales que pueden ingerir sus restos».
Ordiñaga ha explicado que actualmente no está autorizada su venta en establecimientos comerciales de España, según el Real Decreto 1801/2003 sobre Seguridad General de los Productos. «Esta normativa permite la retirada de cualquier producto que, como este, no supera la evaluación de riesgos que realizan los inspectores en materia de Consumo» ha indicado.
Asimismo, ha informado que, con el fin de reforzar el control de los globos de luz en nuestro país, el Gobierno central está ultimando un nuevo Real Decreto que los prohibirá de forma específica. Ordiñaga ha señalado que los servicios de inspección de la dirección general de Comercio y Consumo, a través de las visitas que realizan periódicamente, trabajan para retirar estos productos de los establecimientos de la Comunitat Valenciana ha afirmado que, de forma general, «estas velas ya no se encuentran a la venta en los comercios, aunque se ha detectado una proliferación de la venta de estos productos de forma ambulante, especialmente en zonas de costa».
Por ello, ha apelado a la «responsabilidad de los consumidores para que no las adquieran así como para que informen a las autoridades competentes en caso de tengan conocimiento de su venta, con el fin de que la inspección pueda proceder a su retirada del mercado».