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Aún hay esperanza para el PSOE

Aún hay esperanza para el PSOE, si se mueve. Pero eso sí, debe ser y hacerlo de manera muy rápida y ágil. Parece que la abstención para con Rajoy es inevitable para muchos líderes regionales y cada vez para más militantes del partido, no obstante, no todo tiene porqué ser tan negro para el futuro socialista. El PSOE aún tiene margen de maniobra pues sus votos son claves para el PP y Rajoy. Si desvelan ya su abstención y exigen reformas concretas y de calado a Rajoy, este no tendrá más remedio que aceptarlas, aunque sea parcialmente, si no quiere quedar como el culpable de unas nuevas elecciones.

Una reforma laboral exprés, que elimine algún aspecto de la última. Una modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana o alguna en el sistema de pensiones, bastaría para que los votos socialistas hubieran servido para cumplir, aunque solo fuera una pequeña parte, su programa. Les hace falta voluntad y valentía. Pueden estar seguros en Ferraz de que mucha gente, muchos españoles, verían con otros ojos su abstención si la peleasen, si la negociasen y si no se rindieran sin condiciones.

Se debe volver a hablar de política. Zapatero a tus zapatos, que dice el popular refrán. La otra opción, la de explicar una abstención por motivos de estabilidad suena demasiado corta, parece como si fuese una explicación vaga al verdadero motivo que mueve, y con legitimidad, al PSOE, que es el de no seguir perdiendo votos.

Uno de los factores que más peso tendrán finalmente en el partido es el resultado de las elecciones internas que se vivirán próximamente en el PSC, su federación, o casi franquicia, en Cataluña. El PSC puede aportar, o no, estabilidad a la decisión que su hermano mayor tome.

Como hemos dicho en otras ocasiones, el PSOE es una pieza necesaria, no puede echarse a perder.

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